Telemadrid es la única TV autonómica que tiene novios… pero a precio de saldo

Parece que la ruina autonómica total que llevará en breve a seis CCAA a pedir el rescate del Estado ha terminado por convencer a los distintos lehendakaris para poner fin a sus respectivas aventuras mediáticas. El montante del déficit de los canales autonómicos -cuando ya ni siquiera hay para pagar hospitales y colegios- se eleva a 20.000 millones de euros.

El PP siempre se ha mostrado partidario de acabar con ese despilfarro manifiesto, pero hasta la fecha, y tras cambiar la Ley del Tercer Canal con el que los socialistas habían blindado lo publico en dichos canales, no se ha visto movimiento alguno para sacar fuera de los presupuestos las desvencijadas cajastontas.

María Dolores de Cospedal sigue empeñada en privatizar RTVClM después de llevar a los tribunales al anterior responsable, Jordi García Candau, por malversación de caudales públicos y prevaricación, entre otros presumibles delitos.

La andaluza Canal Sur es una de las teles públicas más entregadas al poder político y una de las más deficitarias; y no parece que Griñán tenga especial interés en privatizar ese conglomerado. Lo mismo le sucede a la Generalitat catalana, a la que sus teles le cuestan 800 millones de euros. Tres cuartas partes de lo mismo se puede decir de la ETB vasca. Son señas identitarias para los políticos de esos territorios.

Hasta la fecha, el único canal (tiene dos señales) autonómico con “novios” es Telemadrid. Uno de ellos es el venezolano Gustavo Cisneros , apoyado en Aznar, y otro es el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, productor de cine que considera interesante hacerse con el canal que ahora mismo controla “políticamente” su amigo Ignacio González, número dos de la presidenta Aguirre.

Naturalmente, ambos esperan que la CAM les despeje de personal la empresa y les ofrezca el producto en las mejores condiciones de precio y financieras. Un ERE en marcha, que dejará el personal reducido a la mitad, es el primer paso. La antigua FORTA es un lujo que este país ya no se puede permitir. Y en el que se han dilapidado miles de millones de euros.