El gurú de la Reserva Federal llega a Madrid para sanear la banca española

El rescate de la banca española está concitando la atención mundial y a su vez atrayendo a gran parte de la materia gris internacional especializada en el funcionamiento de las tripas del sector financiero. Uno de los gurús desplazados hasta Madrid para participar en el proceso de saneamiento y reconstrucción del sistema es Til Schuermann, que ha hecho un paréntesis a su vida en Nueva York, donde hasta hace solo unos años fue vicepresidente de la Reserva Federal, para afincarse en el Paseo de la Castellana.  

Este especialista en el sector financiero y gestión del riesgo es socio de la consultora Oliver Wyman, uno de los dos evaluadores que la Troika eligió, junto a Roland Berger, para estresar los balances de las entidades financieras españolas y determinar el importe del programa de ayudas para recapitalizar a todo el sistema. Tras unos años trabajando en la consultora, Schuermann se incorporó a la Reserva Federal como vicepresidente senior, donde fue responsable de Supervisión de Riesgos Crediticios en banca.

Desde su posición en la Reserva Federal, el equivalente al Banco Central de EEUU, este economista de la Universidad de Berkeley y doctor por la Universidad de Pensilvania fue el responsable del diseño y la ejecución de las pruebas de estrés para las entidades bancarias estadounidenses desde 2009, los conocidos programas SCAR y CCAR. Su receta entonces fue llamar a capítulo a todas las entidades sistémicas del país y obligarles a dotarse de dinero público prestado para recapitalizarse, quisieran o no.

Ese modelo de borrón y cuenta nueva que tan a gala ejercen en la cultura anglosajona ha tardado casi cinco años en abrirse camino en España. De momento, el proceso de saneamiento no ha hecho más que comenzar. Tras el trabajo de las pruebas de estrés, tanto Oliver Wyman como Roland Berger siguen vinculados a la operación de rescate, aunque ahora como asesores de las distintas entidades que requieren sus servicios. Otro especialista, como los liquidadores Álvarez & Marsal, será quien defina el cajón de sastre del banco malo.