Arenas desata los primeros celos en Génova

La inminente vuelta de Javier Arenas a la política nacional, y con dedicación plena como vicesecretario de política territorial después de dejar la presidencia del PP, remueve las calmadas aguas (por falta de actividad y no solo por vacaciones) en Génova.

En la sede central del Partido Popular no hay casi nadie (a Esteban González Pons le ha tocado hacer guardia esta semana, pero compatibiliza la actividad en Madrid con la presencia en Valencia), pero ayer ya tenían una cosa clara: el lunes regresan a la normalidad, al trabajo duro, en una jornada que servirá para que algunas figuras del partido marquen territorio.  

Si a quien le tocaba entrar de servicio era al vicesecretario que tenía que completar el mes del asueto tradicional, tras haber cumplido con esa misión Carlos Floriano y González Pons, el turno corresponde a Javier Arenas. Sin embargo,  la secretaria general popular y presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha convocado para el lunes próximo su primera conferencia de prensa del curso político. La celebrará incluso antes de reunirse con el equipo básico de la dirección del partido: vicesecretarios y portavoces. La número dos del Partido Popular retoma la batuta y vuelve al tajo. Y bajo el objetivo de diseñar la estrategia para el nuevo curso político y preparar la importante cita de las elecciones autonómicas vascas, algunos ven, camuflado, un gesto de fuerza.      

Arenas, aunque retoma ahora sus obligaciones de coordinador de la política territorial del partido, deberá desplazarse a Sevilla el próximo jueves para comparecer ante la Comisión de Investigación del Parlamento andaluz sobre los falsos EREs, en calidad de ministro de Trabajo cuando arrancó el escándalo.