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ERC quiere expropiar a Montoro: 'toma' la delegación del fisco en Barcelona
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ERC quiere expropiar a Montoro: 'toma' la delegación del fisco en Barcelona

No hay como ser político para disfrutar de privilegios, por nimios que sean. Que se lo pregunten al presidente del grupo de Esquerra Republicana de Catalunya

No hay como ser político para disfrutar de privilegios, por nimios que sean. Que se lo pregunten al presidente del grupo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Parlamento catalán, Joan Puigcercós, que ayer acudió a la Delegación de Hacienda en Barcelona para entregar una misiva al ministro del ramo, Cristóbal Montoro, conminándole a no tocar el dinero de los catalanes porque éstos quieren administrarlos por sí mismos. Puigcercós acudió acompañado de los dos diputados republicanos en Madrid, Alfred Bosch y Joan Tardà.

La carta pone a caldo al señor del fisco del Gobierno central. Denuncia “el expolio fiscal que padecemos los catalanes, fruto de la pertenencia al Estado español”, el cual “es una realidad sistemática y recurrente que impide poder disponer de los recursos que genera la economía catalana y que, según cifras oficiales, en Cataluña se cuantifica en 16.409 millones de euros anuales (8,4% del PIB), mientras que a lo largo del periodo 1986-2009 ha representado un total de 289.724 millones de euros”.

También acusa a España de incumplir sistemáticamente los pactos fiscales firmados y termina diciendo que “el derecho a decidir nuestro propio futuro como personas y como país, amparándonos en el derecho a la autodeterminación de los pueblos, es un derecho fundamental que queremos ejercer lo más pronto posible para construir la República catalana en el marco de la UE”.

Mientras los políticos enviaban su carta a Montoro, fuera del edificio dos miembros de las juventudes de ERC tapaban el letrero de la Delegación de Hacienda con un cartel donde podía leerse “Hacienda Nacional Catalana. Agencia Tributaria de Cataluña”.

El edificio, pues, era suyo. O al menos eso parecía, porque, lejos de sacar número electrónico y esperar su turno, los políticos se dirigieron directamente a la ventanilla del registro general y presentaron los documentos para que fuesen sellados. La funcionaria que les atendió no les pidió número ni les informó, como a los demás usuarios que se acercaban a la ventanilla, que es obligatorio sacar el papelito y esperar turno. Inmediatamente después de que el grupo se marchase, la misma funcionaria rechazó a un ciudadano que sólo necesitaba sellar un impreso que le habían dado en otra de las ventanillas.

Cualquier supersticioso dudaría del buen fin de la misiva que enviaron los republicanos, porque, la verdad, Puigcercós entró con mal pie en la Delegación. El presidente de ERC en el Parlament hizo saltar repetidamente las alarmas del arco de seguridad que custodia la Guardia Civil. Pasó hasta tres veces por debajo del detector y la alarma no dejó de sonar en cada ocasión. Al final, un agente le sometió a un examen con el detector manual, que dictaminó que el cinturón era el causante del delator pitido. Alfred Bosch y Joan Tardà, sin embargo, quizá acostumbrados a las medidas de seguridad que han de sortear por sus constantes viajes a Madrid, pasaron sin problemas el cordón policial.

Después de la acción, a la que asistió un reducido número de periodistas, los dirigentes de Esquerra se explayaron en declaraciones, ya fuera del edificio. “La administración catalana tiene que recaudar todos los impuestos y darle a Madrid la parte que le toque”, sentenció Puigcercós, que exigió a Artur Mas que no negocie ningún pacto fiscal con Mariano Rajoy (ambos presidentes se verán las caras el próximo día 20 de septiembre), sino que lo implemente inmediatamente.

Bosch fue más cáustico y pidió a Montoro “que saque las manos de la caja catalana, que la administraremos los catalanes y que, si por la puerta de atrás y a través de decretos ley y de fondos de liquidez lo que quiere es controlar la economía catalana y acabar con el autogobierno, si quiere el poder de Cataluña, debe presentarse a las elecciones a ver qué resultados obtiene. Por la puerta de atrás, no permitiremos que nos pispen la cartera y que, además, quieran acabar con el autogobierno de Cataluña”.

De momento, sin embargo, lo que está claro es que, en vez de las finanzas y la caja del fisco catalán, lo único que controlan los independentistas es la cola ante las ventanillas de Hacienda.

No hay como ser político para disfrutar de privilegios, por nimios que sean. Que se lo pregunten al presidente del grupo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Parlamento catalán, Joan Puigcercós, que ayer acudió a la Delegación de Hacienda en Barcelona para entregar una misiva al ministro del ramo, Cristóbal Montoro, conminándole a no tocar el dinero de los catalanes porque éstos quieren administrarlos por sí mismos. Puigcercós acudió acompañado de los dos diputados republicanos en Madrid, Alfred Bosch y Joan Tardà.

Cristóbal Montoro