De cómo Soraya (PSOE) le da donde más le duele a Soraya (PP)

Vuelta al cole, o sea, a las sesiones de control del Congreso de los Diputados y vuelta, también, a los rifirrafes entre las dos Sorayas del PP y del PSOE, la vicepresidenta del Gobierno, Sáenz de Santamaría, y la portavoz socialista, Rodríguez. Ayer, como no podía ser de otra manera, día de estreno tras el paréntesis veraniego, ambas iban armadas para la ocasión, pero fue la socialista la que supo dar en el clavo y mudar el rostro de la vicepresidenta, y todo ello a cuenta de una tercera en discordia: la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.

Es un hecho que las supuestas discrepancias entre la vicepresidenta del Gobierno y la secretaria general del PP ha sido uno de los culebrones del verano del que se ha alimentado la prensa. Si a eso añadimos que los enfrentamientos entre algunos de los ministros, principalmente del área económica, han puesto en entredicho la labor de coordinación que se supone debe llevar a cabo la segunda de a bordo del Gobierno de España, el menú estaba servido para que la portavoz socialista tirara de manual y reprochara a Sáenz de Santamaría sus flaquezas a la hora de coordinar a sus compañeros de Gabinete.

Pero Soraya Rodríguez fue más allá y no contenta con ese reproche, le soltó así, como quien no quiere la cosa, que por culpa de la dejadez de la vicepresidenta estaba siendo la secretaria general del PP la encargada de poner orden en el Gobierno. A Sáenz de Santamaría se le mudó el rostro, cosa que no se le escapó a buena parte de los presentes. Lo cierto es que nadie pone en duda que Sáenz de Santamaría ejerce su papel con mano férrea, y que si Cospedal habla con los ministros tiene más que ver con la coordinación de mensajes entre Gobierno y Partido. Pero, esta vez, Soraya Rodríguez dio donde más dolía.