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El ‘simpa’ de los piquetes: “Hoy hay huelga y no se usa el dinero”
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El ‘simpa’ de los piquetes: “Hoy hay huelga y no se usa el dinero”

"Simpatizamos con su negocio, pero simpatizamos más con la huelga general". Lo escribieron en una servilleta y ese fue todo el pago que recibió el dueño

"Simpatizamos con su negocio, pero simpatizamos más con la huelga general". Lo escribieron en una servilleta y ese fue todo el pago que recibió el dueño de un restaurante céntrico de Granada de la comida de un grupo de piquetes de UGT y CCOO. Sencillamente, se fueron sin pagar.

La anécdota de la huelga general, anécdota o categoría, según se mire, se conoció este jueves en la capital granadina por la denuncia del concejal de Economía de este ayuntamiento, Francisco Ledesma, al hacer balance de la huelga general. Dentro de la normalidad con la que transcurrió el paro, el concejal quiso destacar algunos hechos reprobables y, entre ellos, citó la singular comida de un grupo de piquetes.

Llegaron al restaurante y, según se puede leer en la factura, pidieron Rioja, vino blanco y cerveza para regar unas raciones de verduras a la plancha, rape, calamares y endivias. Cuando acabaron de consumir solicitaron la cuenta. En total, 42 euros. Pero los piquetes quizá entendieron que, por ser huelga general, estaban exentos de pago. Por eso, en la cesta de la cuenta dejaron escrito un papel: "Creemos que no existen razones para usar el dinero hoy. Simpatizamos con su negocio, pero simpatizamos más con la huelga general. Muchas gracias por su comprensión". Y nada más. Se levantaron, salieron del restaurante y cuando el camarero se acercó a recoger la cuenta, sólo encontró la servilleta con la explicación anterior, "existen razones para no usar el dinero hoy".

El dueño del restaurante ha denunciado lo ocurrido sólo ante la organización patronal de Granada. Según explica, no pretende formular ningún tipo de denuncia policial, ya sea por el bajo importe de la factura o por no dar más trascendencia a lo ocurrido.

No ha sido, en cualquier caso, el único incidente singular que se van conociendo tras la huelga general. En Sevilla, una familia se encontró con la desagradable sorpresa de ver cómo las puertas del cementerio de San Fernando estaban cerradas con cadenas y candados por la acción de un grupo de piquetes. Con féretro en la puerta, la comitiva doliente, un amigo de los familiares, según ha descrito a El Confidencial, decidió llamar a la Policía para que le abriera paso a la comitiva fúnebre. Tras cortar las cadenas de la puerta (era el primer entierro de día) se encontraron una sorpresa más, que las puertas del crematorio también estaban selladas con silicona. 

"Simpatizamos con su negocio, pero simpatizamos más con la huelga general". Lo escribieron en una servilleta y ese fue todo el pago que recibió el dueño de un restaurante céntrico de Granada de la comida de un grupo de piquetes de UGT y CCOO. Sencillamente, se fueron sin pagar.