“Payasos”, “corruptos” y los votos “perdidos” de la candidatura crítica de IU en Madrid

El histórico militante y antiguo portavoz de IU en la Comunidad de Madrid, Ángel Pérez, seguirá llevando la batuta de la organización, según el recuento oficial de las votaciones de los militantes producidas este pasado fin de semana en el marco de la  fase regional en la que se completó la lista de delegados que acudirán en diciembre a la décima asamblea federal del partido. Unos resultados, cuyos primeros sorprendidos han sido los propios miembros de las listas críticas: Hugo Martínez Abarca, coordinador de IU-Chamberí, y Pepa Merín, responsable de Política Local. Sin embargo, el reparto de delegados no es decisivo para el futuro de IU-CM, que se decidirá en la asamblea regional.

Tras la finalización de la fase regional, en la que no faltaron insultos cruzados, “payasos” llamaban los veteranos a los jóvenes, a lo que estos les respondían con un “corruptos” –como ellos mismos alegaban en sus cuentas personales de Twitter, aunque Abarca aclaró que no compartía dichas descalificaciones– los miembros de las candidaturas críticas anunciaron a bombo y platillo su victoria. Las felicitaciones empezaron a lloverles desde todo el espectro nacional de IU. Desde el diputado por Málaga, Alberto Garzón, que apoyaba sus intenciones con un “así sí. IU debe convertirse en un referente ético, abajo el régimen” (de Pérez y cia.), hasta la diputada gallega Yolanda Díaz, citada en el discurso de cierre de Abarca y que les brindaba un “noraboa” en gallego.

El coordinador de IU-Chamberí, así como algún otro miembro de su lista, como el concejal en el ayuntamiento de Madrid, Jorge García, incluso se disculparon en la red social por no poder responder al aluvión de felicitaciones que recibieron en escasas horas. Y es que según se puede ver en la captura de más arriba, su candidatura, con 23 delegados, sumada a la de Merín, con 10, superaría a la “continuista” encabezada por Lali Vaquero (y controlada por Pérez), que habría obtenido 32 delegados. El hastag “Cambiar IU” pronto comenzó a echar humo, acompañado por otro mucho más atrevido e incisivo: “Abajo el régimen”. El propio Abarca definía así los resultados: "Ha acabado el ciclo de un pequeño núcleo dirigente que lleva controlando IU-CM décadas".

Unas horas después, cambio de resultados

Los planes que ya comenzaban a surgir y la esperanza de una renovación generacional pronto se vinieron abajo. Solo unas horas después, a primera hora de la mañana del lunes, IU-CM facilitó otros resultados diferentes  en los que se le quitaba un delegado a la lista de Merín, en favor de la continuista, llegando así a los 33 que le ofrecen el control de la organización en la comunidad madrileña.

Las desavenencias internas en IU no solamente se circunscriben al sentir de un cambio generacional por parte de los miembros más activistas y vinculados a movimientos sociales y 15-M, sino que como ellos mismos apelaban: “Se trata de las candidaturas de Stop Desahucios contra Bankia”, en alusión a que se encuentra en la órbita de Moral Santín, exconsejero de la caja madrileña. Unas hostilidades que se iniciaron el pasado mes de enero por creer “escandaloso” su sueldo y participación en la entidad. Precisamente, uno de los impulsores de la lista por la renovación fue Chema Ruiz, uno de los portavoces de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

Las divisiones, que ya antes parecían irreconciliables dado que las posturas respecto a la participación en la gestión de la caja eran antagónicas, no parece que se disipen después de haber estallado internamente esta bomba de relojería. La militancia parece sentirse cada vez más a gusto centrando su actividad política en los movimientos sociales y, muchos de ellos, abrazaron activamente el pasado viernes la constitución en Madrid del Frente Cívico liderado por Julio Anguita. Los caminos parecen separarse cada vez más, y los más jóvenes se impacientan ante el inmovilismo de las cúpulas, que cierran sus núcleos de poder desplazando a la militancia de base hacia otros espacios políticos o de militancia social.