Pepe Gotera y Otilio se afanan con los inodoros vip de la nueva CNMV

Casa nueva, obra. Ni siquiera entre las paredes de instituciones con tanta solera como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el organismo supervisor presidido por Elvira Rodríguez, donde las recientes obras en algunas partes de su nuevo edificio traen de cabeza a una parte del personal, molestos con el espíritu reformista/interiorista de su jefa y con las molestias generados por una obra que consideran innecesaria.

El origen del cabreo entre la tropa de empleados tiene que ver con las reformas que su presidenta está llevando a cabo en la planta noble de la nueva sede, donde ha decidido eliminar el baño colectivo anterior por uno privado más próximo a la zona de los despachos. Una obra de tres al cuarto que sin embargo ha obligado a rehacer toda la configuración de tuberías, ya que las bajantes originales están ubicadas en el extremo opuesto de la planta.

Aunque el organismo público estrena sede millonaria, un edificio de la Mutua Madrileña adquirido por el anterior equipo de Julio Segura tras abonar más de 70 millones de euros, el complejo de oficinas no contaba con un espacio institucional en la última planta. Estas carencias están siendo resueltas ahora con las obras en curso, que pretenden habilitar una zona de comedor y recepciones, además del citado baño de uso individual.

Más allá de las críticas al nuevo inodoro vip, los trabajadores más molestos con la situación recuerdan cómo las obras han provocado que el traslado de la CNMV haya sido incompleto. Este imprevisto inicial ha obligado al propietario a prorrogar el contrato del alquiler de la planta noble de la antigua sede hasta que concluyan los cambios en el nuevo edificio, generándose así un gasto extra que para algunos no debería tener lugar.