La Universidad de Sevilla se garantiza el éxito de la huelga con una asamblea de… 14 horas y sin perder dinero

La huelga de la Educación, convocada en toda España para hoy, será un éxito abrumador en la Universidad de Sevilla; no hará falta esperar ni siquiera a que llegue el fin de la jornada para poder afirmar que el ciento por ciento de la comunidad universitaria sevillana va a secundarla.

El mecanismo ha sido muy simple: se convoca una asamblea de alumnos con una duración extraordinaria, catorce horas, desde las ocho de la mañana a las diez de la noche, y como en los estatutos de la Universidad se regula que durante las asambleas se suspende la actividad académica, pues todo resuelto. Con la ventaja, además, de que al tratarse de una cuestión formal ni un solo profesor perderá el día de salario por no asistir a clase porque, como queda dicho, la actividad académica está suspendida por imperativo reglamentario.

Y todo eso sin que, en realidad, la reforma educativa contra la que está planteada la huelga en toda España afecte en realidad al sistema universitario, ya que la ley que pretende sacar adelante el ministro de Educación, José Ignacio Wert, se refiere sobre todo a la enseñanza no universitaria.

Da igual porque, el convocante de la asamblea, el Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (CADUS), detalla en el texto de la convocatoria remitido a cada uno de los decanos de las distintas facultades que “la motivación para la realización de este evento [se refiere a la asamblea] viene dada por los continuos ataques a los derechos sociales. Reforma tras reforma, vemos desde el estudiantado cómo derechos básicos como la educación o la sanidad, que han costado años conseguir, vienen arrebatándose a la ciudadanía, afectando sobre todo a la parte de la sociedad con una situación más vulnerable y precaria”.

En el mismo texto, se recuerda que el artículo 10.2 del Reglamento General de Estudiantes de la Universidad de Sevilla establece que “la celebración de una asamblea interrumpirá la actividad docente”.

“Estamos ante un fraude de ley clamoroso y consentido”, afirman a El Confidencial profesores de la Universidad de Sevilla, que señalan a la creciente politización de las universidades andaluzas como razón última de estas jornadas de protesta dirigidas contra el Gobierno de la nación, en manos del Partido Popular, y no contra la Junta de Andalucía, a pesar de que es la Administración autonómica la que tiene transferidas las competencias educativas y a pesar, sobre todo, de los graves problemas de financiación de las universidades andaluzas y de las altas cotas de fracaso escolar en la comunidad. No será extraño, de hecho, que mañana jueves, desde el propio Gobierno andaluz como ha ocurrido en otras ocasiones, se anime a la comunidad educativa a que secunde la huelga.