Se busca el topo en las altas esferas del PP

La publicación de datos confidenciales que afectan a diferentes dirigentes del Partido Popular hace pensar a la dirección de la Oficina Central del PP que hay un 'topo' que pone esas informaciones en manos de periodistas concretos para dañar la imagen de estos dirigentes.

Bien es cierto que la petición del juez Pablo Ruz, que instruye el caso Gürtel y, paralelamente, el caso Bárcenas, de información económica del partido en el gobierno hace que tanto Izquierda Unida como PSOE, personados en dicha causa, puedan disponer de información sensible que afecta a los dirigentes conservadores.

“No hay ningún partido político que pueda permitirse el lujo de que le desnuden de pies a cabeza durante casi una década sin que salgan a la luz cosas que pueden chocar a la opinión pública”, señala un alto dirigente popular. Aun así, creen que alguien, por la razón que sea, intenta hacer daño a la actual dirección.

Inicialmente todas las sospechas se dirigen hacia el extesorero, Luis Bárcenas, que por razones obvias tiene en su poder todos esos datos referidos a todos y cada uno de los dirigentes. Sin embargo, en el núcleo duro de la Oficina Central del PP se cree que existe alguien más.

Desde siempre y en todos los partidos, pero especialmente en la derecha desde la época de Manuel Fraga, se ha utilizado información confidencial y ad hominem para cercenar carreras de los adversarios o competidores internos. La secretaria general ha pedido al jefe de seguridad del partido que extreme las medidas e intente localizar a los desleales, ya sean trabajadores de base de la casa como cuadros de nivel.

El 'topo' que recuerda las épocas de la vieja Alianza Popular, donde algunos dirigentes creían que se trataba del propio secretario general, Jorge Verstrynge, tiene acceso a información sensible de los dirigentes, especialmente en lo que respecta a sus condiciones de trabajo y los contratos 'laborales' con el partido.

El caso Gürtel está deparando muchas sorpresas a los actuales dirigentes, que se quejan de que tengan ellos que comerse los 'marrones' que claramente corresponden a una época anterior, en clara referencia al tándem Aznar/Álvarez Cascos.