El ‘éxito’ de Buruaga divide a la Junta de Accionistas de COPE

La Junta General de Accionistas del Grupo de Comunicación COPE se reunió el pasado viernes tal y como es preceptivo para aprobar las cuentas y la gestión del año 2012. Todo fue como una balsa hasta que uno de los pocos accionistas de la empresa bajo titularidad de la Iglesia católica, periodista veterano y con gran arraigo en esa pía casa, utilizó el turno de ‘Ruegos y Preguntas’ para mostrar su desacuerdo con la renovación de Ernesto Saénz de Buruaga.

El colega en cuestión fue a la Junta General pertrechado con todo tipo de datos, básicamente de audiencias, sustentados en el Estudio General de Medios (EGM) y demostró que durante el 2012 Saénz de Buruaga bajó en todas las franjas horarias de La Mañana para concluir que su trabajo no es del agrado de los oyentes de COPE.

-No ha sido un buen negocio para COPE renovar el pasado año el contrato a Buruaga -subrayó indignado-. Nuestros oyentes no le quieren...

Fue el único punto de fricción entre el equipo gestor, presidido por el economista Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario general económico de la Conferencia Episcopal y profesor de Contabilidad en la Universidad Autónoma de Madrid, y el resto de los accionistas de la referida compañía. Aunque también hubo otro accionista que se quejó porque las ondas de la emisora no llegan o llegan mal al Valle de Andorra.

Fue precisamente Giménez Barriocanal el que contestó al díscolo señor accionista señalando que La Mañana había crecido en el tramo que va hasta las 12 del mediodía. Había trampa en su respuesta porque Buruaga sólo conduce ese programa hasta las 10 de la mañana y luego toma el micrófono el profesional Javier Nieves, que sí ha tenido un aumento en el número de oyentes.

El accionista volvió a la carga y Barriocanal a la suya.

-Yo le digo que el tramo horario que conduce Ernesto Saénz de Buruaga baja. No me meta usted al señor Nieves, al que no me estoy refiriendo...

-Bueno, señor accionista, usted pregunta lo que quiere y yo le contesto como me da la gana.

Todo con buen rollito como corresponde a eméritos hijos de la Iglesia.