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Zapatero presume de su nueva vida: Consejo de Estado, charlas, 'footing'… y 'El Confidencial'
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Zapatero presume de su nueva vida: Consejo de Estado, charlas, 'footing'… y 'El Confidencial'

El expresidente del Gobierno está encantado con su etapa de ‘jarrón chino’ y quienes le han tratado en las últimas semanas no dudan en asegurar que

El expresidente del Gobierno está encantado con su etapa de ‘jarrón chino’ y quienes le han tratado en las últimas semanas no dudan en asegurar que se le ve “feliz”, “totalmente relajado” e incluso “rejuvenecido”. Todo lo contrario, por cierto, de lo que le sucede al actual inquilino de la Moncloa, a quien el peso de la crisis y los casi dos años de poder le han echado varios años encima, según cuentan diputados propios y ajenos.

Zapatero, sin embargo, presume de repartir su tiempo libre -que ahora es mucho- “entre el Consejo de Estado”, las “conferencias” –la semana pasada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, estos días en un Foro en París- y “el footing” por los alrededores de su nuevo chalet en Madrid con la discreta vigilancia de un par de escoltas, no vaya a ser que tenga un encuentro no deseado con quien no vive tan feliz estos tiempos duros. Ante la broma de que pudiera encontrarse con otro ‘loco’ de la forma física y anterior inquilino de Moncloa, José María Aznar, el expresidente aseguró que se cuidaba mucho de no frecuentar las mismas rutas.

En la misma conversación informal en la que confesaba a qué dedica el tiempo libre, Zapatero confesaba a la diputada de UPyD, Irene Lozano, que también la seguía “atentamente en El Confidencial”. Y le alababa que era una mujer novata “en quien sí ha entrado la política”, no como sucede con otros “advenedizos” de la cosa pública.

Y entre lectura y lectura de este diario, Zapatero tiene tiempo de seguir escribiendo -a mano- los apuntes para sus memorias, visitar con su mujer -y sin sus hijas- la Costa del Sol y seguir comiendo nada discretamente en La Manduca de Azagra, el que fuera templo gastronómico de los siete años de Gobierno de Zapatero y que hoy sigue ocupando el mismo trono, aunque las mesas se llenen de ministros de Rajoy.

El expresidente del Gobierno está encantado con su etapa de ‘jarrón chino’ y quienes le han tratado en las últimas semanas no dudan en asegurar que se le ve “feliz”, “totalmente relajado” e incluso “rejuvenecido”. Todo lo contrario, por cierto, de lo que le sucede al actual inquilino de la Moncloa, a quien el peso de la crisis y los casi dos años de poder le han echado varios años encima, según cuentan diputados propios y ajenos.