Banco Sabadell saca de un apuro millonario al lugarteniente de Florentino Pérez

Los ricos muy ricos siempre encuentran un asidero donde agarrarse para salir de apuros. No suelen sufrir embargos, ejecuciones y mucho menos escraches de las agencias de morosidad. Al contrario, tienden a conseguir salvavidas de sus bancos acreedores. Así ha ocurrido con Pedro López Jiménez, el hombre de mayor confianza de Florentino Pérez, con el que comparte consejo de administración desde hace más de 20 años.

El financiero, al que ahora el presidente de ACS ha nombrado también consejero de Leighton, la filial australiana de Hochtief, el grupo donde asimismo tiene un sillón preferencial, ha obtenido una dispensa de Banco Sabadell para pagar sus deudas. La entidad catalana presidida por José Oliu le ha refinanciado un crédito de 24 millones de euros, cuya garantía es un edifico de oficinas en Madrid. El vencimiento se lo ha alargado ni más ni menos que hasta 2024.

Sabadell es el segundo banco más cercano a López Jiménez, ya que acumula 30 de los 100 millones que el empresario adeuda a través de Fidalser, una de sus sociedades patrimoniales. Tan sólo por detrás de Barclays, con el que tiene una cuenta pendiente de 38 millones. La entidad británica es una de las que más escaldadas ha salido de la crisis crediticia en España, donde ha decidido cerrar oficinas, despedir a más de 1.000 empleados y hacer provisiones de miles de millones. Después está Novagalicia, una entidad nacionalizada, que le prestó 21 millones y que ya ha pedido la devolución.

Parte de estos dineros fueron para comprar acciones de la propia ACS y de Ence. Respecto a la primera, la pérdida de valor en bolsa le ha obligado a hacer fuertes provisiones de más de 8 millones, la mitad de lo invertido, y a vender a la carrera para evitar que algún que otro banco le ejecutase los préstamos. Además, lo hizo cuando la constructora cotizaba a su nivel más bajo en siete años.

Peor le fue en la segunda, de la que llegó a tener un 5%, apuesta que hizo con sus amigos los Albertos, también socios en ACS. En esta inversión ha perdido cerca del 75% y tuvo que ser rescatado de ella por la propia Ence. La compañía le compró su participación como autocartera, tal como hizo Repsol con Sacyr. Después, la papelera le ha revendido ese paquete a dos accionistas de Coca-Cola España, dos inversores con mucho dinero en cash y apenas deuda.