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El penúltimo servicio de Cuatro a Rubalcaba: ‘Las mañanas’ obvian la renuncia de Griñán
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El penúltimo servicio de Cuatro a Rubalcaba: ‘Las mañanas’ obvian la renuncia de Griñán

Todo transcurría con normalidad en la redacción de Las mañanas de Cuatro el pasado miércoles 3 de julio. En la otra cara televisiva del imperio de

Todo transcurría con normalidad en la redacción de Las mañanas de Cuatro el pasado miércoles 3 de julio. En la otra cara televisiva del imperio de Vasile había cierta expectación por saber cómo se iba a afrontar lo que ya prometía ser la gran noticia del día: el presidente andaluz, José Antonio Griñán, tomaba la palabra en el Parlamento Regional durante el debate sobre el estado de la Región para anunciar su intención de retirarse de la política.

En efecto, en un momento dado del discurso, Griñán anunció que no volverá a presentarse a la reelección, hizo un elogio de la renovación en los partidos y habló de la necesidad de saber retirarse a tiempo. Sólo unos momentos más tarde, el asunto ya ocupaba las portadas de los medios digitales y, un poco después, marcaba los compases de las tertulias televisivas que en ese momento estaban transmitiéndose. Con una excepción: Las mañanas de Cuatro, presentado por el periodista Jesús Cintora, no le dedica a la noticia del día ni medio minuto. Ni una alusión, ni un esbozo, ni siquiera una sobreimpresión en pantalla. Nada.

En fin, habría que esperar al día después para que la tertulia estrella de Cuatro dedicara al menos un comentario al asunto. O no, que diría Rajoy porque, en efecto, al día siguiente la renuncia de Griñán ocupaba las portadas de todos los periódicos con una lectura común: el presidente andaluz le estaba enseñando el camino a Alfredo Pérez Rubalcaba. A izquierda y derecha del arco parlamentario se hacía la misma interpretación. En Al Rojo Vivo, competencia directa de Las mañanas de Cuatro en laSexta, no ahorraron ni tiempo ni comentarios.

Las legiones mediáticas se enzarzaron en una auténtica invasión informativa que no dejaba un rincón libre en el espacio político nacional. Salvo una excepción: como si de la aldea gala de Astérix y Obélix se tratara, en Las mañanas de Cuatro seguían resistiéndose a comentar la noticia del momento; Cintórix y los suyos lograron llenar la parrilla del programa con toda clase de noticias referidas a la corrupción del PP, y obviar de nuevo el gran asunto de la semana y, probablemente, del verano. Eso sí, Rodolfo Irago, exjefe de Cintora en la SER y actual director de Comunicación en Ferraz, estaría contento de lo bien que hace el trabajo su pupilo para evitarle disgustos a Rubalcaba.

Todo transcurría con normalidad en la redacción de Las mañanas de Cuatro el pasado miércoles 3 de julio. En la otra cara televisiva del imperio de Vasile había cierta expectación por saber cómo se iba a afrontar lo que ya prometía ser la gran noticia del día: el presidente andaluz, José Antonio Griñán, tomaba la palabra en el Parlamento Regional durante el debate sobre el estado de la Región para anunciar su intención de retirarse de la política.

José Antonio Griñán Alfredo Pérez Rubalcaba