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Los gazapos del plan nacional de reformas: Ceiss no está vendida y "Cataluña Bank"
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Los gazapos del plan nacional de reformas: Ceiss no está vendida y "Cataluña Bank"

Elaborar el Programa Nacional de Reformas, de 233 páginas en las que se cuenta todo lo que ha hecho y va a hacer el Gobierno, lleva mucho trabajo y tiempo.

Elaborar un documento como el Programa Nacional de Reformas, de 233 páginas en las que se cuenta todo lo que ha hecho y todo lo que va a hacer el Gobierno, lleva mucho trabajo y mucho tiempo. Uno no puede estar siguiendo todo el rato la actualidad del día a día, porque así no acaba nunca y había un plazo para entregarlo. Además, las fusiones de cajas nacionalizadas tienen unos nombres tan raros, y los han cambiado tantas veces, que es normal que te equivoques con alguno. Pero son minucias sin importancia cuando se trata de convencer a Europa de que España por fin marcha viento en popa por la senda de la recuperación.

Así, este plan se ha quedado un pelín desfasado en el caso de la absorción de Ceiss (Caja España-Duero) por Unicaja, ya que en su página 123 (139 del PDF) dice lo siguiente: "Respecto a la integración de CEISS en Unicaja, el 21 de enero de 2014 ha finalizado el plazo para aceptar la oferta de Unicaja a los accionistas e hibridistas de CEISS, de cuyo resultado dependerá la continuidad de dicho proceso de integración". Efectivamente, así fue, pero entre el 21 de enero y el 30 de abrill –día de presentación del plan– han pasado muchas cosas.

Como saben los lectores de El Confidencial, esta oferta de canje fracasó en el lado de los preferentistas, ya que no se alcanzó el 75% mínimo al que estaba condicionada, pero Braulio Medel aceptó seguir adelante pese a ello, aunque con la exigencia de numerosas prebendas y garantías públicas contra las pérdidas que le puedan suponer las demandas de los afectados por estos productos. Y también daba un ultimátum: Bruselas debía aprobar la operación antes del 31 de marzo, o daba marcha atrás. La ansiada aprobación llegó a tiempo, el 12 de marzo, así que Unicaja ha cerrado la absorción de la caja castellana y está trabajando en su integración. Pero se ve que los que elaboran el plan no han tenido tiempo de actualizar la información desde enero.

Otro gazapo más gracioso es que el documento habla de "Cataluña Bank" en vez de Catalunya Banc (página 17, 33 del PDF). Una castellanización sui generis del nombre catalán; para ser completa, deberían haber puesto Cataluña Banco. En su descargo hay que decir que esta entidad ha cambiado un montón de veces de nombre: antes de la fusión, era Caixa Catalunya, que se unió a las de Manresa y Tarragona para crear CatalunyaCaixa; después, volvió a cambiar ese nombre por el de Catalunya Banc al ser nacionalizada, pero ha mantenido el de CatalunyaCaixa como marca comercial e incluso publica así sus resultados... un lío sólo comparable al de la fusión de las cajas gallegas: primero se llamó NovaCaixaGalicia, cuyo desafortunado acrónimo (Nocaga) forzó a cambiarlo por Novagalicia y que posteriormente se transformó de nuevo en NCG Banco.

Lo más sorprendente de esta confusión es que el programa no haga ninguna referencia a la subasta de la entidad, el gran fleco pendiente para cerrar la reforma financiera, cuya conclusión debería ser el hito más importante de este plan después del rescate europeo de hace dos años. Quizá sea porque cuando se redactó esa parte –tomando lo de Ceiss como referencia– aún no se sabía cuándo se iba a intentar vender (tras múltiples retrasos, el objetivo es cerrarlo antes del verano). O quizá porque no se iban a poner a explicar el complejísimo proceso de venta con tres operaciones casi simultáneas: las oficinas situadas fuera de Cataluña, una cartera de 'hipotecas-basura' y la entidad principal.

O quizá porque les daba vergüenza decir que es el tercer intento de subasta tras dos fracasos y que esta vez el Gobierno tampoco las tiene todas consigo de tener éxito. O quizá, finalmente, es que estas cosas pasan cuando hay que redactar un memorándum tan extenso al alimón entre dos departamentos sin excesiva sintonía, como el Ministerio de Economía de Luis de Guindos y la Oficina Económica de Presidencia de quien puede estar llamado precisamente a sucederle: Álvaro Nadal.

Elaborar un documento como el Programa Nacional de Reformas, de 233 páginas en las que se cuenta todo lo que ha hecho y todo lo que va a hacer el Gobierno, lleva mucho trabajo y mucho tiempo. Uno no puede estar siguiendo todo el rato la actualidad del día a día, porque así no acaba nunca y había un plazo para entregarlo. Además, las fusiones de cajas nacionalizadas tienen unos nombres tan raros, y los han cambiado tantas veces, que es normal que te equivoques con alguno. Pero son minucias sin importancia cuando se trata de convencer a Europa de que España por fin marcha viento en popa por la senda de la recuperación.

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