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Los Elenistas de bien se agrupan para reclamar el trono para Doña Elena
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Los Elenistas de bien se agrupan para reclamar el trono para Doña Elena

‘Elenistas’ de esta España cañí, uníos en muestra de apoyo hacia la mujer más vilmente discriminada de cuantas han pisado las alfombras de Palacio. Un trono para Doña Elena y un Principado para “el carismático” Froilán. La iniciativa puede sonar a guasa

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Elenistas de esta España cañí, uníos en muestra de apoyo hacia la mujer más vilmente discriminada de cuantas han pisado las alfombras de palacio. Un trono para Doña Elena y un principado para “el carismático” Froilán. La iniciativa puede sonar a guasa, pero tiene sus acólitos agrupados en torno a una web desde la que piden justicia para Doña Elena, la infanta llorona y castiza.

La proclamación de Felipe VI como nuevo Rey de España no ha sentado bien dentro de un sector de monárquicos royals que quieren acabar con la discriminación histórica y constitucional que ha sufrido en propias carnes y en silencio la hija primogénita de Don Juan Carlos. La misma mujer que el pasado jueves tenía que ver, desde la tribuna del Congreso, cómo su hermano juraba la Constitución y era proclamado rey, mientras que su sobrina, la princesa Leonor, se perfila como futura reina de los españoles. Un error histórico perpetrado por los padres constituyentes –de los cuales tres también asistieron al acto del Congreso–, que dejaron a Doña Elena compuesta y sin posibilidades reales de reinar. Es la tercera en la línea de sucesión.

Para reclamar su papel, y porque es muy castiza y muy aficionada a los toros, un grupo de fans de Doña Elena, que ya no tiene funciones institucionales dentro del organigrama de la Casa Real, ha creado una web de apoyo a la candidatura de esta reina de los corazones españoles, con permiso de Letizia. “La abdicación de Juan Carlos I en Felipe VI consolida un hecho vergonzante por cuanto se ha materializado la discriminación de la mujer en pleno siglo XXI, algo que el propio Felipe manifestó que se debía modificar en la Carta Magna antes del nacimiento de su segunda hija”, alegan en la justificación de su iniciativa. “S.A.R. la Infanta Doña Elena debe ser nuestra futura Reina porque reúne todos los méritos para ser heredera”, añaden. A saber: “Ella es la primogénita. Ante el retraso de la Ley que equiparará a la mujer con el hombre en los títulos nobiliarios, no queremos que sea la primera mujer española discriminada constitucionalmente (Art. 57.1). Si se reforma la Constitución, ¿por qué Doña Leonor sí y ella no?”.

Los Elenistas no se han creado para criticar a Felipe VI, al que le desean lo mejor, sino para poner en evidencia la discriminación de una mujer en pleno siglo XXI. Por todo ello, y “por Justicia y por España”, reclaman el papel de la hermana del rey por ser la primogénita, porque “ante una reforma de la Constitución, ella sería discriminada de forma inexplicable”, porque “ella es la viva imagen del pueblo español”, porque “su sucesor sería el carismático Froilán” –conocido también como el relaciones públicas de la Joy Eslava– y porque “le gustan mucho los toros y es muy castiza” (sic).

“En definitiva, porque reúne todos los méritos para ser heredera. Porque España necesita continuidad en la Monarquía Constitucional, que es el régimen que mayor estabilidad y prosperidad ha generado a España. Ante la insólita discriminación que supone la coronación de Felipe VI, los ‘Elenistas’ de bien debemos alzar la voz desde la libertad y la responsabilidad, en un ejercicio de equilibrio, mesura y sensatez: ¡Viva España!”.

Por mucho menos, en otra época, se enzarzaron isabelinos contra carlistas. ¿Elenistas contra felipistas? ¿Qué dirá de todo esto el ABC verdadero?

Elenistas de esta España cañí, uníos en muestra de apoyo hacia la mujer más vilmente discriminada de cuantas han pisado las alfombras de palacio. Un trono para Doña Elena y un principado para “el carismático” Froilán. La iniciativa puede sonar a guasa, pero tiene sus acólitos agrupados en torno a una web desde la que piden justicia para Doña Elena, la infanta llorona y castiza.

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