Es noticia
La dependienta se encara con el exministro: "Formas parte de la casta; tú tienes la culpa"
  1. España
  2. El Confidente
El Confidencial

El Confidente

Por

La dependienta se encara con el exministro: "Formas parte de la casta; tú tienes la culpa"

La calle no hace distingos. Si trabajas en la política y eres lo suficientemente conocido como para que adivinen tu nombre sin tener que llevar zurcidas

La calle no hace distingos. Si trabajas en la política y eres lo suficientemente conocido como para que adivinen tu nombre sin tener que llevar zurcidas las iniciales, entonces es que formas parte de esa casta que ha llevado al país a una de las mayores depresiones de su historia. Insultos y reprimendas espontáneas, como la que se llevó recientemente Paco Álvarez Cascos en El Corte Inglés de Nuevo Ministerios, se han convertido en práctica habitual.

Como ya es sabido, el expresidente de Asturias y vicepresidente del Gobierno hace vida en Oviedo, donde ejerce de líder de la oposición desde que, aquel fatídico 23 de mayo de 2012, un ‘quítame allá esas pajas’ le descabalgara de la poltrona de mando. Su mujer, en cambio, reside en Madrid. María Porto, famosa marchante de arte, inició sus pinitos en la prestigiosa galería Malborough y ahora regenta su propio negocio en el número 79 de Raimundo Fernández Villaverde de la mano de El Corte Inglés. Se trata del Espacio de las Artes y expone obra de autores consagrados que van de Martín Chirino a Antonio de Felipe.

Cascos, no podía ser menos, aprovecha los fines de semana y festivos para estar con su mujer. Así que a nadie extrañó que el pasado sábado se pudiera ver al político asturiano comprando un refrigerio en la cafetería de los grandes almacenes donde Porto tiene el negocio. Lo que ya no resultó tan normal fue que la dependienta, con alevosía pero sin premeditación, se le encarara con tanta simpatía como mala leche. ¿Por qué? Simple y llanamente: por formar parte de la casta.

No es el presidente del Gobierno. Tampoco se parece a Isidoro Álvarez. Sin embargo, la mujer no tuvo reparos en culparle de la crisis, “de los bajos salarios, de que en plantilla cada vez seamos menos y trabajemos más, en sábado, en domingo, en agosto, en diciembre…”. ¿Tenía la culpa Cascos? “Sí, porque forma parte de la casta”. Al mismo tiempo, en los aledaños del recinto, los dependientes de El Corte Inglés parecían corroborar las palabras de su compañera mientras se fumaban un pitillo y tomaban café en un Madrid llevado por la galbana.

La calle no hace distingos. Si trabajas en la política y eres lo suficientemente conocido como para que adivinen tu nombre sin tener que llevar zurcidas las iniciales, entonces es que formas parte de esa casta que ha llevado al país a una de las mayores depresiones de su historia. Insultos y reprimendas espontáneas, como la que se llevó recientemente Paco Álvarez Cascos en El Corte Inglés de Nuevo Ministerios, se han convertido en práctica habitual.

Francisco Álvarez Cascos