Enrique Cerezo le quita el 'catering' del Atleti a su amigo Arturo

Una cosa son las amistades y otra los negocios. Una cosa es apoyar la candidatura de un colega para que sea presidente de un lobby de tanto reconocimiento internacional como la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM) y otra confiar los canapés de tu palco VIP (very important person) a un tipo que no tiene ni para comprar las materia prima de las tortillas.

Eso ha decidido hacer Enrique Cerezo, el presidente del Atlético de Madrid, que hasta hace pocos días confiaba la restauración de la zona noble del estadio Vicente Calderón al Grupo Arturo Cantoblanco, el grupo de servicios de catering propiedad –todavía– del presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández.

El locuaz exconsejero de Bankia ha perdido la contrata del vigente campeón de Liga a favor de Mediterránea de Catering, una de las principales compañías españoles de servicios de comidas. Cerezo, que ayudo a Arturo Fernández a ser reelegido en la CEIM pese a que ya eran públicas sus dificultades financieras, ha decidido cambiar de proveedor de catering de los palcos VIP y los boxes, donde se sientan las personalidades que acuden al coso del Manzanares, así como de los 36 puntos de venta de bebidas, bocadillos y snacks.

La decisión la ha adoptado Cerezo ante los graves problemas de Arturo Cantoblanco, que tiene una deuda relevante con Hacienda y la Seguridad Social (50 millones), además de con un grupo de bancos a los que les adeuda más de 16 millones. En situación de preconcurso de acreedores, la compañía del también vicepresidente de la CEOE ha visto como otras instituciones, como el Congreso de los Diputados, la Asamblea de Madrid,el Teatro Real y el Club de Campo de Madrid le han retirado su confianza.

No obstante, ninguna pérdida de contrato le habrá hecho más pupa que la del Atleti, del que Arturo se considera un fiel seguidor. De hecho, es uno de los habituales del palco noble del Calderón, donde a partir de ahora comerá productos de un competidor.