De 'Interviú' a 'La Tuerka': la diputada del PP que quiere debatir con Pablo Iglesias

María Arenales Serrano (Morales del Campo, 1963) se está convirtiendo, a golpe de tertulia, de desparpajo y de arrojo, en una de las diputadas revelación del Partido Popular. La única, de momento, que se ha atrevido a hablar a tumba abierta para un semanario tan políticamente incorrecto como el de Interviú, donde luce su mejor cara y donde habla, sin tapujos, de curiosidades de su vida privada como que se casó “con un negro, negrísimo” –del que se está divorciando– o que el líder del PSOE “está cañón”.

Y es que esta diputada por Valladolid, que trabajó durante muchos años como concejala en el Ayuntamiento que gobernó el inefable Francisco Javier León de la Riva, se está perfilando como la voz del PP en las tertulias de Cuatro y otras televisiones y como la mujer que le planta cara a los líderes emergentes de Podemos, verdaderos estrategas de las herramientas televisivas. Atrevida como es ella, aunque en su partido muchos compañeros y, sobre todo, compañeras, no la entiendan o se lleven las manos a la cabeza con sus posados, a Arenales no se le caen los anillos por debatir cara a cara con Pablo Iglesias o con su número dos, Juan Carlos Monedero, y discutir abiertamente sobre sus propuestas políticas y sus referentes en la Venezuela chavista.

Aunque sea en territorio enemigo… Arenales le ha pedido a Iglesias que la invite a su programa de La Tuerka para confrontar ideas y proyectos. Una propuesta que también propuso la otra lideresa, Esperanza Aguirre, en julio y que todavía no se ha materializado, para desgracia de los seguidores de uno y de otra. Harina de otro costal será, claro, si Aguirre se hace finalmente con la candidatura del Ayuntamiento de Madrid.

Sobre La Tuerka o sobre Interviú, Arenales contesta lo mismo. Lo importante es explicar las ideas y los proyectos, independientemente del medio. “¿En qué mitin vas a tener a tres millones de espectadores como en una tertulia?”, suele decir. Esto parece muy evidente, pero sigue siendo visto como toda una revolución en un partido acostumbrado a explicar mal sus ideas o a presentarse a la defensiva. Arenales, de momento, pisa fuerte.