García Legaz sueña con irse a Nueva York para pasar página del pequeño Nicolás

Ha tenido ganas de borrase del mapa durante una temporadita. Eltrajinante asunto del pequeño Nicolás dejó a Jaimé García-Legaz bastante tocado, aunque no tanto como para tirar la toalla al frente de la Secretaría de Estado de Comercio. Una cosa es que pecara de corporativista por apadrinar a ese jovencachorro de FAES y otra que él se sintieraresponsable de sus andanzas corporativas por el Madrid de los rancios salones.

Como deslizan desde el círculo íntimo de amigos, la promesa más liberal del PPha pagado con creces los ticsadquiridos en su etapa como edecán de José María Aznara su paso porla fundación de estudios.Es decir, esecorporativismo ideológico mal entendidoqueclasificaentreafines o enemigos,un patrón muy básico que aprovechóel jovenNicolás para ganarse laconfianza de García-Legaz haciéndose pasar por uno de los suyos.

Para pasar página de todo esto, García-Legaz habarajadola posibilidaddesalir fuera de España una temporada al término de la legislatura. Aprovechando su condición detécnico comercial y economista del Estado, una opción muy cómoda sería recalar como consejero en alguna embajada, un reparto que se decide justo en estas fechas, según consta en la convocatoria para provisión de puestos de trabajopublicada el pasado1 de enero enel BOE.

Desde hace semanas, la comidilla entre los aspirantes es saber cuál de las plazas ofertadas será para García-Legaz, cuya firma como secretario de Estado de Comercio rubrica la convocatoria oficial.De hecho, es costumbre que algunos de los destinos más golosos, como Nueva York, se reserven para altos cargos de la Administración. Sin embargo, la plaza de la Gran Manzana ha salido a concurso junto a otras 45 referencias.