'House of Cards' en la Comunidad de Madrid

Ahora que la gente de Podemos, con Tania y Pablo a la cabeza, han puesto de moda lo de comparar la política con una serie de televisión como Juego de Tronos –en un programa de radio 'amigo', incluso bromearon adjudicando y adjudicándose los personajes de esa serie, yo soy el enano, tú la reina, fulanita la más odiada, etc.–,lo que hiela la sangre es comprobar cómo en la política madrileña síhay una serie que guarda parecido con la realidad y no es mera coincidencia es House of Cards, donde se mezclan las ergástulas del poder con las más oscuras alcantarillas de la política.

La grabación al entonces vicepresidente de la Comunidad de Madrid por parte de varios comisarios a cuenta del ático y un 'no nos vamos a hacer daño'se queda en un juego de niños con los dosieres que se han cruzado para desacreditar a compañeros/rivales del propio partido y pagados, eso sí, con fondos del erario público. Vamos que el propio Kevin Spacey pensaría que es una exageración para su personaje.

Lo último que recorre los mentideros de la Villa y Corte es una llamada interpuesta a un candidato hoy a altas instituciones de Madrid para hacer saber al interfecto que todo lo que hizo en el pasado fue por orden de la superioridad y que "no había nada personal" en ello. Y que, ya de paso, a ver si se le podía hacer un hueco en las listas, que lo pasado, pasado está y pelillos a la mar. Que hoy por ti y mañana por mí...

Por supuesto, el político en cuestión dio por recibido el mensaje. Eso sí, no le ha hecho hueco en las listas. Que aunque uno tiene que tragar muchos sapos a la hora de llevar compañeros de viaje bajo las mismas siglas, hay cosas que no se perdonan y menos en según qué circunstancias. Cosas que harían enrojecer hasta a los propios guionistas de House of Cards.