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Cuchillos y tensión en la 'fiesta de la democracia' de UPyD en la que ganó Herzog
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Cuchillos y tensión en la 'fiesta de la democracia' de UPyD en la que ganó Herzog

La sala estaba dividida. La grada derecha era del bando crítico y la izquierda la ocupaba el sector oficialista. Aplaudían sólo a los miembros de sus equipos y hubo mucha tensión toda la jornada

Foto: Rosa Díez celebra la victoria de Andrés Herzog. (EFE)
Rosa Díez celebra la victoria de Andrés Herzog. (EFE)

Los afiliados de UPyD votaban el sábado para elegir a la nueva dirección. Todos los ponentes, incluidos Rosa Díez o Irene Lozano, se congratulaban por ello en declaraciones a los periodistas: “Para otros partidos esto es algo muy extraordinario. Para nosotros no. Nuestros afiliados votan las decisiones importantes y lo acataremos sin problema”.

Eso, decían de cara a la galería. Cuando el espectáculo comenzó, las cosas fueron bien distintas. Si salían al escenario miembros del equipo 'rosista' como el diputado Rafael Calduch o Juan Luis Fabo, aplaudía a gritos de “bravo” la grada de la izquierda, en la que se encontraba la hasta ahora líder magenta rodeada de sus 'hombres fuertes': Ramón Marcos, Carlos Martínez Gorriarán y su delfín, Andrés Herzog. Si, por el contrario, el turno de palabra recaía sobre algún miembro crítico del equipo de Irene Lozano, las palmadas las orquestaba la parte derecha de la sala. Un partido dividido incluso cuando hablaban de los principios más intrínsecos de la formación… que en teoría todos comparten. Pero, como explica el dicho,al enemigo ni agua.

Especialmente llamativa fue la intervención de Luis de Velasco, miembro del bando de los rebeldes, que aseguró en tono de reproches haber sido un miembro activo y muy querido en la formación… y al que ahora tratan “de apestado”. Ni un solo gesto de condescendencia o un aplauso del lado oficialista… Se intuía el sentimiento de traición.

Cuando a las dos de la tarde llegó la hora de que Rosa Díez compareciera… los nervios de Lozano y los suyos estaban a flor de piel. Temían, como después confesaron en petit comité, que la líder aprovechara su discurso para lanzar alguna crítica y mostrarse abiertamente partidaria de que Andrés Herzog debía ganar las primarias. Al final nada de eso… ni mención a los e-mails de la traición, ni a mantener las siglas del partido y no confluir con Ciudadanos.

La líder magenta jugó limpio aunque, eso sí, cuando el Comité Electoral anunció la victoria de Herzog, Rosa Díez pegó un brinco y se lanzó a aplaudir como si hubiera ganado ella. Que en el fondo… es lo que pasó. El único momento de tregua, aunque bastante forzado, fue cuando las candidaturas rivales, incluida la propia Lozano, se subieron al escenario tras la llamada del ganador para brindarle su enhorabuena y volver a escenificar lo de que UPyD es un partido unido, a pesar de los tuits incendiarios y la guerra interna vivida estos meses.

Los afiliados de UPyD votaban el sábado para elegir a la nueva dirección. Todos los ponentes, incluidos Rosa Díez o Irene Lozano, se congratulaban por ello en declaraciones a los periodistas: “Para otros partidos esto es algo muy extraordinario. Para nosotros no. Nuestros afiliados votan las decisiones importantes y lo acataremos sin problema”.

UPyD Irene Lozano Rosa Díez