La Audiencia retrasa la declaración de la Infanta y enfada a los periodistas

Es la noticia del año. La hermana de Felipe VI e hija de don Juan Carlos declarando como acusada ante un tribunal. Estaba previsto que ese acontecimiento se produjera hoy viernes, según el calendario de declaraciones aprobado por la sección primera de la Audiencia de Palma el pasado 11 de febrero. Pero las tres magistradas que forman el tribunal decidieron ayer a última hora y de manera sorpresiva cambiar ese orden para volver al inicial. Al final, la Infanta será la última de los procesados en declarar. Podría hacerlo el próximo viernes 26, pero la Sala ha avisado de que su comparecencia podría celebrarse aún más tarde, la semana siguiente.

Esta nueva modificación del programa ha originado malestar entre los periodistas -españoles y algunos extranjeros- que cubren el juicio. Varios de ellos, confiando en el calendario aprobado la semana pasada, volaron ayer a Palma para cubrir la noticia, pero solo llegaron a tiempo de conocer el retraso de la declaración. Otros tuvieron más suerte y se quedaron en tierra, aunque con los billetes en la mano. Los hubo incluso que nada más aterrizar en Son Sant Joan se cogieron el primer vuelo de vuelta para las sedes de sus redacciones. Varios de ellos expresaron al tribunal su malestar.

El origen del lío de fechas está en la defensa de Salvador Trinxet, el abogado que, presuntamente, ayudó a Iñaki Urdangarin y a su socio Diego Torres a crear la red de evasión fiscal de los fondos captados por el Instituto Nóos. Su letrado pidió que se modificara el orden de las declaraciones al tener que asistir a otro cliente el pasado lunes, y el tribunal así lo acordó el 11 de febrero. Según el nuevo calendario, a Cristina de Borbón le tocaba justo después de la esposa de Torres, Ana María Tejeiro. Las magistradas oyeron ayer la breve intervención de esta última, pero después volvieron a cambiar el programa previsto.

El tribunal llamó a declarar a Diego Torres, pero casi todas las acusaciones, públicas y privadas, pidieron a la Sala que lo retrasara. El fiscal anticorrupción Pedro Horrach solicitó que se suspendiera hasta el martes para tener tiempo para preparar el interrogatorio, petición a la que se sumaron la abogada del Estado y la del Gobierno balear, entre otros. Las magistradas aceptaron la moción, con lo que el martes declarará Torres, después Urdangarin, tras él, Salvador Trinxet y solo en último lugar Cristina de Borbón.

La fecha que se vuelve a barajar ahora para el interrogatorio de esta última es el viernes 26 de febrero, el último día previsto en el calendario inicial del juicio para las declaraciones de los acusados. Pero la Sala ha abierto la puerta a retrasarlo todavía más. ¿La razón? El abogado de Diego Torres, Manuel González Peeters, anunció ayer que su cliente responderá “a todas y cada una de las preguntas” que las distintas partes quieran plantearle, lo que, posiblemente, podría provocar que su interrogatorio se extienda varios días.

El jueves, antes de suspender la vista, las magistradas ya avisaron de esa posibilidad. Afirmaron que habilitarían las tardes para cumplir con el orden previsto, pero también advirtieron de que, si los interrogatorios se prolongaran demasiado, podrían aplazar los de los últimos acusados a la semana siguiente. Así que, la noticia del año, la declaración de la Infanta, no solo no se producirá hoy, como estaba previsto; puede que tampoco se produzca el viernes que viene, según el nuevo calendario, sino la semana posterior. Esperemos que, hasta entonces, ningún otro vaivén del tribunal obligue a los enviados de los distintos medios a viajar de nuevo en vano a Mallorca.