La segunda rabieta de Luis del Rivero, esta vez, en los tribunales

Luis del Rivero acudió a los tribunales en 2014 para demandar a El Confidencial por una noticia que no le gustó, 'La rabieta de Del Rivero y la estancia en España del oscuro 'fontanero' de Martinelli', el expresidente panameño. El artículo, publicado solo tres días después de que este diario diera la exclusiva mundial del conflicto de Sacyr con el Gobierno de Panamá por diferencias en las obras de la ampliación del Canal, desvelaba que el expresidente de la constructora pensaba que Mariano Rajoy quería acabar con él y que en la adjudicación de ese emblemático proyecto de ingeniería había intervenido un oscuro fontanero de la Administración panameña, Salomón Shamah, vinculado al narcotráfico y el blanqueo de capitales.

Rivero pidió la retirada del artículo y reclamó a El Confidencial una suculenta indemnización de 250.000 euros por la supuesta intromisión en su derecho al honor, pero la Justicia ha acabado negándole la razón hasta en dos ocasiones y le ha impuesto el pago de las costas del procedimiento. El constructor murciano no solo no ha conseguido el dinero que buscaba con su demanda, sino que ahora tendrá que gastárselo, y Del Rivero, conocido en el mundo de los negocios por su carácter hosco y áspero, debe haberlo encajado con dificultad.

La última instancia que ha dado la razón a este diario ha sido la Audiencia Provincial de Madrid. La Sección Decimocuarta de la Audiencia concluyó el pasado 22 de febrero que no hay controversia en “la relevancia pública de la información” publicada por El Confidencial, y que del artículo no “puede derivarse intencionalidad alguna” de dañar a Del Rivero, sino una enumeración de “hechos objetivos”, por lo que desestimó el recurso de apelación que planteó la defensa del constructor tras la primera derrota que había sufrido en primera instancia.

El expresidente de Sacyr había alegado que el artículo le acusaba de haberse reunido con Shamah, algo que siempre ha negado. Pero la sentencia sostiene que “no puede derivarse que la información no sea veraz, pues la información respecto al señor Shamah en modo alguno puede atentar al honor de Del Rivero y, pese a las alusiones a las intenciones de aquel, en ningún momento en el artículo se dice o se dan como hechos ciertos que los contactos entre ambos se produjeran, ni puede derivarse de una lectura sosegada del artículo que los autores del mismo atribuyan al señor Del Rivero conexiones con las actividades que el señor Shamah hubiera podido llevar a cabo, pues llegar a esta conclusión implicaría efectuar conjeturas que no se contienen en el artículo”.

Según los magistrados de la Audiencia, “pretender que se realizan conjeturas o insinuaciones para llevar al lector a derivar que el señor Del Rivero mientras fue presidente de Sacyr, y en el proceso de adjudicación de las obras del Canal de Panamá, tuvo actuaciones ilícitas, inmorales o contactos ajenos a la licitación de las obras, no pueden ser de recibo, ni pueden implicar que prevalezca el derecho al honor sobre el derecho a la información”, finaliza la sentencia.