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Cebos inservibles
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Juan Carlos Rodríguez Ibarra

En Nombre de la Rosa

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Cebos inservibles

El domingo pasado se produjo el esperado debate entre Artur Mas y Felipe González en el programa Salvados de la Sexta TV. El núcleo central de

El domingo pasado se produjo el esperado debate entre Artur Mas y Felipe González en el programa Salvados de la Sexta TV. El núcleo central de la conversación fue el anuncio de referéndum para saber qué quieren los catalanes en su relación con el resto del Estado. Tanto Mas como González coincidieron en algunas apreciaciones y discreparon en la fundamental. El expresidente del Gobierno consideraba inviable la realización del citado referéndum, mientras que Mas, desde un razonamiento completamente lineal, lo daba por hecho, bien porque se le autorizara a llevarlo adelante, bien por medio de unas elecciones plebiscitarias.

Mas aducía como razón fundamental que la Constitución, que mayoritariamente aprobaron también los catalanes en 1978, hoy no servía como norma de convivencia entre Cataluña y el resto de España. Esa supuesta ruptura justificaría de sobras que el gobierno central autorizara a la Generalitat a preguntar a los catalanes si se quieren ir o quedarse en España.  

Pues bien, como Mas dice que ya no quieren esta Constitución, pretende que unilateralmente una parte de España obligue al resto a cambiarla. Porque si se hiciera el referéndum de marras y ganaran aquellos que quieren que Cataluña sea un Estado o un Estado independiente, el resto de los españoles, si se decidiera aceptar esa realidad, no tendrían más remedio que cargarse su Constitución para hacer otra, donde ya no se contemplara la realidad catalana y donde ya nunca más se podría redactar un artículo que dijera que España es un Estado único e indivisible. ¿Quién se lo iba a creer?

Si se hiciera el referéndum de marras y ganaran aquellos que quieren que Cataluña sea un Estado o un Estado independiente, el resto de los españoles, no tendrían más remedio que cargarse su Constitución para hacer otra

Para tratar de convencer a Mas de que no era razonable lo que pedía, el presidente González apeló a la condición de demócrata del presidente catalán y a sus sentimientos para que reconociera que a lo largo de trescientos años, la única vez que Cataluña ha tenido un buen trato ha sido durante los últimos treinta. Más asintió con la cabeza aunque inmediatamente comenzó su relicario de quejas desde el segundo mandato de Aznar. O sea que durante trescientos años Cataluña fue maltratada por el Estado español y sólo cuando ha tenido un trato más favorable ha decidido marcharse. ¿Masoquismo se llama la figura?

Otros, desde otras posiciones y latitudes, tratan de articular propuestas que puedan servir de cebo para que Mas, y los que se quieren ir, piquen. Reconvertir el Senado en Cámara de las Autonomías y no en Cámara de las Naderías, reconocer los hechos diferenciales o articular un sistema de financiación autonómica que los trate mejor.

“¡Qué se expliquen mejor!” ha dicho un portavoz de los nacionalistas. Y yo apoyo esa petición. Mirando a Alemania resulta fácil entender qué sería el Senado si fuéramos a ese modelo: una cámara donde sólo hubiera representantes del Gobierno central y de las Comunidades Autónomas y donde leyes que afectaran notable y significativamente a las competencias de las regiones deberían ser aprobadas en esa Cámara. Leyes como la educativa de Wert no hubieran podido aprobarse en un Senado de esas características. Intento vano, porque ese Senado multilateral no lo quieren los nacionalistas.

Todos los modelos de financiación autonómica se cambiaron a propuesta de Cataluña, los nuevos siempre significaban el éxito de las propuestas catalanas; el actual, también. ¿De qué quejarse luego? ¿No sabían lo que aprobaban?

Lo que dibujó la Constitución no sabemos si fue una novedad o fue un acto de levantamiento del freno de mano que la dictadura puso a los hechos diferenciales existentes en los distintos territorios españoles. Tal vez la Transición Española constituyó un reforzamiento de una tradición y de una realidad ya preexistente, es decir, la pluralidad cultural y lingüística del pueblo español. Pudiera entonces pensarse que el diseño de la España multiforme del Artículo 2 de la Constitución no supuso ninguna novedad, sino que fue el reconocimiento de un fenómeno pluricultural y multi identitario que ya existía anteriormente y que los Estatutos de Autonomía, como el catalán, recogen ampliamente, amparados por esa norma y por la Constitución. Propuesta inútil porque eso ya está reconocido y nadie aclara qué nuevos hechos diferenciales habría que reconocer.

Respecto a la financiación autonómica, la vigente en estos momentos data de 2009 y fue aprobada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera por Asturias, Aragón, Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Baleares, Canarias, Cantabria, Ceuta y Cataluña. El resto de regiones se abstuvieron. Nadie estuvo en contra y, a la salida de la reunión, la prensa de aquel día se hacía eco de las declaraciones de los responsables de Hacienda de Cataluña y de Andalucía.  El Conseller de Economía, Antoni Castells, defendió en su intervención en el CPFF que el nuevo sistema no sólo es bueno para Cataluña, sino que también lo es para el conjunto de España. Castells celebró que "por fin se haya podido llegar a este momento", tras un "largo" y "difícil" proceso de negociaciones, y valoró el acuerdo porque con él se cumple estrictamente el Estatuto de Cataluña y por el hecho de que se produzca un cambio de modelo y no un mero retoque de sistemas anteriores. El nuevo modelo "colma las expectativas" de Andalucía, según la consejera Carmen Martínez Aguayo, que destacó que el nuevo modelo es "plenamente coherente". "Nos da una importante cantidad de recursos".

Todos los modelos de financiación autonómica se cambiaron a propuesta de Cataluña, los nuevos siempre significaban el éxito de las propuestas catalanas; el actual, también. ¿De qué quejarse luego? ¿No sabían lo que aprobaban? ¿Siempre se dejaron engañar? ¿Qué ha pasado en este tiempo para que, como siempre, después de una victoria se repita que Cataluña está mal financiada? Propuesta falaz porque no quieren financiación compartida sino financiación aparte.

El domingo pasado se produjo el esperado debate entre Artur Mas y Felipe González en el programa Salvados de la Sexta TV. El núcleo central de la conversación fue el anuncio de referéndum para saber qué quieren los catalanes en su relación con el resto del Estado. Tanto Mas como González coincidieron en algunas apreciaciones y discreparon en la fundamental. El expresidente del Gobierno consideraba inviable la realización del citado referéndum, mientras que Mas, desde un razonamiento completamente lineal, lo daba por hecho, bien porque se le autorizara a llevarlo adelante, bien por medio de unas elecciones plebiscitarias.

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