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La violencia de género como costumbre
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Juan Carlos Rodríguez Ibarra

En Nombre de la Rosa

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La violencia de género como costumbre

Han pasado sólo cuatro meses desde que empezó 2015 y ya son 19 las mujeres asesinadas por sus parejas. 2014 terminó con 51 mujeres asesinadas por violencia de género y 40 menores huérfanos

Foto: Manifestación contra la violencia de género en Granada. (Efe)
Manifestación contra la violencia de género en Granada. (Efe)

Cualquier día en cualquier ciudad española, la sección de esquelas de cualquier medio de comunicación informa del fallecimiento de cinco o más vecinos de esos pueblos o ciudades. Habrá día en que el recuento en los tanatorios locales hablen de más de diez o de veinte fallecidos según el tamaño de la población. Como son muertos que han dejado está vida individualmente, el común de los mortales no se siente conmocionado, porque en un día cualquiera desfilen por la ciudad quince o veinte féretros camino del cementerio para recibir sepultura o de la incineradora para quemar los restos del finado.

Pero, si por desgracia, un número inferior o parecido de personas mueren en un accidente, del tipo que sea, la conmoción se apodera del personal, el gobierno o el ayuntamiento correspondiente decreta los pertinentes días de luto y se suspenden todas las actividades que tengan un cierto contenido lúdico o poco transcendente, en memoria de las personas que tuvieron la desgracia de estar allí, en el lugar del drama que enterró sus vidas para siempre.

Así ocurre siempre. Y no es que la muerte de algunos a quienes no conocemos nos afecte menos que la muerte de otros. Es que estamos acostumbrados a soportar bien la muerte individual y por causas naturales y, sin embargo, no aceptamos la muerte colectiva y por causas brutales o insólitas.

Pero…Ahora, hagan el favor de leer estos titulares extraídos de la prensa española de estos últimos meses:

15 de enero de 2015: Detenido el presunto autor del apuñalamiento a una mujer en Tarragona. 19 de enero de 2015: Detenido tras intentar estrangular y golpear a su pareja sentimental. 13 de febrero de 2015: Asesina a cuchilladas en Valencia a su pareja. 9 de marzo de 2015: Muere una joven al caer desde un balcón y detienen a su compañero. 30 de marzo de 2015: Estrangula a su mujer y luego se ahorca en Málaga. 30 de marzo de 2015: Una mujer fallece en Lérida por arma de fuego a manos de su pareja. 2 de abril de 2015: Un hombre se entrega tras matar a su mujer en Vitoria. 15 de mayo de 2015: Una mujer de 41 años ha muerto esta madrugada después de recibir al menos dos cuchilladas, supuestamente, por parte de su pareja sentimental.

Si en lugar de ser descerebrados los que matan a las mujeres en España fuera Al-Qaeda, se decretaría una alarma general, el Congreso se reuniría con urgencia

De nuevo, la costumbre vuelve a hacer acto de presencia entre nosotros. Han pasado sólo cuatro meses desde que empezó 2015 y ya son 19 las mujeres asesinadas por sus parejas. El año 2014, terminó con 51 mujeres asesinadas por violencia de género y 40 menores huérfanos. Y así, año tras año, sin que esta noticia -“Cada cuatro minutos una mujer denuncia un caso de maltrato en España”- parezca afectarnos más de la cuenta y sin que el Parlamento español y los diecisiete parlamentos autonómicos decidan que habría que hacer algo más de lo que se hace.

Cambiemos ahora los titulares de noticias que transcribí más arriba y supongamos que las cosas hubieran sido de este modo:

“Detenido un miembro de Al-Qaeda como presunto autor del apuñalamiento de una mujer en Tarragona”. “Detenido un terrorista de Al-Qaeda tras intentar estrangular y golpear a una mujer”. “Un miembro del Estado Islámico asesina a cuchilladas en Valencia a una mujer”. “Una mujer fallece en Lérida por arma de fuego a manos de un extremista de la yihad islámica”. “Un terrorista de Al-Qaeda se entrega tras matar a una mujer en Vitoria”. “Cada cuatro minutos una mujer denuncia un caso de amenaza terrorista islamista en España”.

De 2007 a lo que va de 2015, el número de mujeres asesinadas asciende a 567; en 7 años, la violencia machista asesinó el 70 % de lo que hizo ETA

Si en lugar de ser descerebrados los que matan a las mujeres en España fueran los terroristas de Al-Qaeda, se decretaría una alarma general, el Parlamento se reuniría con carácter de urgencia y la conmoción, la turbación, el impacto y el asombro llenarían de miedo y de luto nuestras vidas y nuestros días.

Las comparaciones son odiosas, pero si recordamos que ETA ha asesinado a un total de 829 personas desde que cometiera en 1960 su primer atentado con víctima mortal, observaremos que todos esos repugnantes asesinatos se cometieron en 50 años, mientras que de 2007 a lo que va de 2015, el número de mujeres asesinadas asciende a 567; en 7 años, la violencia machista se llevó y asesinó el 70% de lo que hizo ETA en medio siglo. Hoy se explica que cuando en los años de plomo, el terrorismo etarra mataba a casi 100 personas al año, la situación llegó a ser insoportable en el panorama español. En el año 2010, el terrorismo machista mató a 85 mujeres y se sigue superando la media centena por año sin que la insoportabilidad aparezca por esa razón.

Cualquier día en cualquier ciudad española, la sección de esquelas de cualquier medio de comunicación informa del fallecimiento de cinco o más vecinos de esos pueblos o ciudades. Habrá día en que el recuento en los tanatorios locales hablen de más de diez o de veinte fallecidos según el tamaño de la población. Como son muertos que han dejado está vida individualmente, el común de los mortales no se siente conmocionado, porque en un día cualquiera desfilen por la ciudad quince o veinte féretros camino del cementerio para recibir sepultura o de la incineradora para quemar los restos del finado.