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El modelo Monti
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Pilar García de la Granja

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Pilar García de la Granja

El modelo Monti

Este día de Navidad, en el que celebramos en familia el nacimiento de Jesús, nos encontramos con otro tipo de nacimientos, nacimientos políticos del SXXI, como

Este día de Navidad, en el que celebramos en familia el nacimiento de Jesús, nos encontramos con otro tipo de nacimientos, nacimientos políticos del SXXI, como el que encarna el italiano Mario Monti. Vaya por delante felicitar las Navidades a todos, y esperar que el 2013 sea realmente, el año en el que las economías en general -y la nuestra en particular- toquen fondo y empiece a despegar un poco. Los españoles tendremos la tranquilidad, pase lo que pase, de que al presidente del Gobierno le hemos elegido en las urnas, máxima expresión de la democracia.

En Italia, las cosas se ven de otra manera. Sobre todo si eres Mario Monti. Monti, es un hombre del stablishment europeo. Carrera en Goldman Sachs, funcionario europeo y senador vitalicio en el Senado Romano. Gracias a la crisis y a los desmanes de Belusconi llego a Primer Ministro Italiano sin ser votado y con el programa bajo el brazo de Bruselas. Durante los últimos tres años Italia ha vivido un paréntesis de la Democracia, algo insólito en un país desarrollado occidental. Un primer ministro puesto a dedo, y con un programa dictado desde la Comisión Europea (Francia y Alemania). 

Tres años después resulta, oh fatalidad para la progresia occidental, que en Italia tienen que tener elecciones democráticas, de esas en las que las personas libres se presentan, y los ciudadanos libres, van y votan.Tres años después resulta, oh fatalidad para la progresia occidental, que en Italia tienen que tener elecciones democráticas, de esas en las que las personas libres se presentan a las elecciones y los ciudadanos libres, van y votan. Y llega el lío. Resulta que Belusconi quiere volver, y a Monti se le atraganta esto de la Democracia. De tecnócrata, ha pretendido hacerse político. En realidad lo que le gusta a Monti es mandar, pero sin tener que pringares en una campaña electoral y en unas elecciones. Esa es la situación. Competir en democracia es tan incómodo -puedes incluso no ganar- que se ha inventado una nueva fórmula. Monti anuncia lo que sería su programa electoral, pero no se presenta, aunque estaría encantado de seguir siendo primer ministro. Tal cual. Viene pedir que le mantengan en el cargo por su cara bonita, y sin votar, pues a Italia no le ha ido tan mal en los últimos años.

Desde luego, si pensábamos que lo habíamos visto todo, estábamos equivocados. En realidad esta crisis global nos esta enseñando muchas cosas, como que para la progresía internacional, siempre y cuando el que mande no sea de derechas o de centro, cualquier modelo es defendible. Menos mal que España, todavía, no es Italia. Feliz Navidad. 

Este día de Navidad, en el que celebramos en familia el nacimiento de Jesús, nos encontramos con otro tipo de nacimientos, nacimientos políticos del SXXI, como el que encarna el italiano Mario Monti. Vaya por delante felicitar las Navidades a todos, y esperar que el 2013 sea realmente, el año en el que las economías en general -y la nuestra en particular- toquen fondo y empiece a despegar un poco. Los españoles tendremos la tranquilidad, pase lo que pase, de que al presidente del Gobierno le hemos elegido en las urnas, máxima expresión de la democracia.