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¿Quiere ganar las próximas elecciones? Enamore a las mujeres en paro
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Enrique Cocero | José Barros

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¿Quiere ganar las próximas elecciones? Enamore a las mujeres en paro

En la campaña saltarán muchos temas de renovación o regeneración, pero al final el empleo y la confianza transmitida para poder generarlo será lo que más pese en las urnas

Foto: Una mujer elige su voto dentro de una de las cabinas en las pasadas elecciones municipales. (Reuters)
Una mujer elige su voto dentro de una de las cabinas en las pasadas elecciones municipales. (Reuters)

Una de las frases más longevas en la historia de la política y de los escenarios electorales –y no sólo en España- es cualquiera que contenga las palabras "promesa", "Gobierno" y "empleo".

Según Eurostat, en su análisis de abril de 2015, la media del desempleo en la UE en su última revisión está en el 9,7% de la población y en el 11,1% el de los países que conforman la zona Euro. El país que menos desempleo tiene es Alemania con un 4,7% y el que más, Grecia con un 25,4%. La oficina de estadística europea posiciona a nuestro país justo detrás de Grecia con un 22,7%, es decir; doblamos la media de desempleo de la zona Euro.

Tengamos aquí en cuenta que, anualizando el dato según los números de la Encuesta de Población Activa, el pico de desempleo se alcanzó en España en 2012 con un 22,8% y que el mínimo fue en 2006, con un 8,26%. Estos últimos indicadores son los mismos que a fecha de hoy presentan Bélgica o Lituania, países donde las promesas de empleo también son un argumento electoral potente y que viven condiciones crisis como la española.

Así que si juntamos "empleo" como mantra de campaña con los datos que arroja cualquier encuesta sobre las preocupaciones de los españoles y, con la dosis de previsibilidad suficiente, ya sabemos alrededor de qué va a pivotar la próxima convocatoria de las Elecciones Generales. Saltarán muchos temas de renovación, corrupción o regeneración, que harán que a ratos se mire en otra dirección, pero al final el empleo y la confianza transmitida para poder generarlo será lo que más pese en las urnas.

En este punto creemos necesario aclarar que los Gobiernos no crean más empleo que el que requiere el sector público, pero sí sientan las bases y ayudan a generar las situaciones para facilitar a empresas, trabajadores y autónomos las vías para la creación y la protección del empleo. De igual forma sus decisiones pueden llevar a destruir puestos de trabajo sin que hayan tenido que acudir a despedir a nadie.

Echemos un vistazo a la evolución del paro desde que el Partido Popular llegó al Gobierno en enero de 2012.

La sombra gris representa (en miles de ciudadanos) los desempleados en España según los datos del SEPE (Servicio de Empleo Público Estatal, antiguo INEM). Aclaremos que los datos de la EPA son producto de una encuesta y vienen facilitados trimestralmente por el Instituto Nacional de Estadística, mientras que el SEPE habla del número de personas que se han registrado como desempleados en dicho organismo, mes a mes. Dicho esto, el pico en este periodo se alcanza en febrero de 2013 con 5 millones de personas y el mínimo, el mes de mayo pasado, con 4,2 millones.

¿Pero afecta a todos por igual? Hemos ubicado arriba dos segmentos de los que se habla constantemente cuando se nombran estas estadísticas: por un lado las mujeres y, por el otro, los menores de 26 años. De los segundos podemos decir que siguen una tendencia descendente -nada vertiginosa, esto es cierto- desde el máximo alcanzado en marzo de 2012 -algo más de medio millón de jóvenes desempleados que ahora-, sin olvidar que también España se posiciona muy arriba en paro juvenil.

Pero el caso de las mujeres es llamativo, por no decir alarmante. Si calculamos el porcentaje de mujeres desempleadas con respecto al total de la población sin trabajo, resulta lo siguiente: cuando menos mujeres estaban en paro -en relación a la población masculina- fue en febrero de 2012. Entonces el SEPE registraba alrededor de 2,36 millones de mujeres sin empleo y un número semejante para los hombres.

Pero resulta que el pasado mayo, justo cuando se produce el mínimo nivel de paro que ha conocido el Gobierno de Mariano Rajoy, 2,28 millones de mujeres no tienen empleo, lo que supone un 54,2% del total de parados. Es decir; en 40 meses se han creado sólo 75.000 empleos netos para mujeres, lo que ha provocado que, en proporción frente a los hombres, el desempleo femenino haya crecido más de cuatro puntos si lo vemos sobre el total de personas sin trabajo.

Así pues, teniendo en cuenta que la población femenina es algo más numerosa que la masculina en España, la pelea por el empleo como argumento electoral tiene que pasar por hacer viable una solución a este escenario y saber segmentar las propuestas y los mensajes si se quiere ganar la confianza de este sector.

Mirando al CIS y su adelanto del barómetro de mayo, hemos ido a buscar la opinión de las mujeres sobre la situación económica que vive España.

Las respuestas a la pregunta de cómo ven las entrevistadas la situación económica actual en España muestra que las mujeres ven la realidad económica más complicada que lo que la ven los hombres. Ni siquiera en la visión intermedia están igualados hombres y mujeres. Señalamos que el CIS ofrece 5 opciones: Muy Buena, Buena, Regular, Mala y Muy Mala. Para simplificar la visión de los resultados, hemos agregado las dos primeras por un lado y las dos últimas por otro para mostrarlo más sencillo (al igual que no hemos incluido los NS/NC), pero si bien hay proporcionalmente más hombres que mujeres que ven la situación actual como Mala (43,1% frente a un 41,6%), las mujeres superan en más de seis puntos a los hombres en la calificación de le escena actual como Muy Mala.

Analicemos ahora qué piensan los entrevistados de ambos sexos sobre si estamos mejor ahora que hace un año y sobre si estaremos mejor dentro de un año.

De nuevo, las mujeres no ven claro que la situación haya mejorado en el último año. Puede que la economía haya crecido, sí, pero el sector femenino de la población española no lo percibe así en su entorno más cercano. Esto puede que haga a las mujeres ser más prudentes que los hombres para anticipar de aquí a un año una mejora real de la situación.

Sinteticemos todo lo hasta ahora aquí expuesto en una visión final de conjunto. Si vemos la evolución desde 2014 a hoy del empleo femenino en España (datos que ya hemos mostrado en el primer gráfico con fuente SEPE) y la cruzamos con las respuestas de las mujeres actualmente desempleadas del sondeo del CIS, detectamos que, si bien la perspectiva no es tan crítica como en enero de 2014, hay una conciencia: la marejada del mercado de trabajo continúa revuelta y las respuestas dadas al CIS en lo que llevamos de 2015 muestran un incremento de la preocupación. Todo un aviso para navegantes electorales.

Considerando la perspectiva de dos elecciones de aquí a final de año, catalanas y Generales, estamos ante un momento en que las interpretaciones sobre el crecimiento económico e instrumentalización de políticas que favorezcan el empleo son cruciales. Las primeras elecciones podrán estar tintadas en mayor o menor medida del factor soberanía, pero no podemos olvidar que el empleo sigue siendo la mayor preocupación de los españoles y que éste no se está portando bien con las mujeres.

Podremos también discutir las cifras, los porcentajes, las situaciones particulares o generalizadas, pero el escenario actual muestra una España que está a la cola del empleo en Europa, sólo superada por Grecia, un país que está permanente en las noticias negociando la deuda y al que miramos de reojo buscando no encontrar ninguna semejanza cuando, de hecho, sí que nos parecemos, y en lo más peligroso, además.

A lo mejor sigue siendo vigente la frase de "es la economía, estúpido", pero, a tenor de lo que hemos visto, es sensiblemente mayor el factor economía próxima –el empleo- y son estas políticas de proximidad las que pueden acabar por generar vencimientos de la balanza electoral.

Por cierto, en una semana en la que se han presentado todos los candidatos para la Presidencia del Gobierno, y a dos semanas del próximo informe del SEPE, no deja de resultar curioso cómo en ninguna de las candidaturas las mujeres todavía no han alcanzado relevancia.

* José Barros (@barrospress) es periodista y consultor de comunicación. Enrique Cocero (@EnriqueCocero) es fundador de la consultora de análisis 7.50 y miembro del consejo asesor de Government Consulting Group.

Una de las frases más longevas en la historia de la política y de los escenarios electorales –y no sólo en España- es cualquiera que contenga las palabras "promesa", "Gobierno" y "empleo".