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¿Dónde fue que nos olvidamos de la ideología?
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¿Dónde fue que nos olvidamos de la ideología?

Si en el centro está la opción mayoritaria, quien gane el centro a nivel empático y con propuestas sólidas tiene posibilidad de ocupar el asiento de primera fila en el Congreso de los Diputados

Foto:  Una persona deposita en una urna de un colegio electoral. (EFE)
Una persona deposita en una urna de un colegio electoral. (EFE)

Generemos una premisa basada en una causa-efecto y veamos cuánto de verdad tienen nuestras palabras. La premisa es: la ideología condiciona el voto.

¿Lo condiciona?

Sería absurdo decir que no, en absoluto, pero tan absurdo como decir que plenamente. Los españoles, a tenor de lo que nos dicen los datos que arrojan los propios españoles, somos románticos, pragmáticos y un tanto “bienqueda” (puede ser, ahora lo veremos).

Nuestro viejo conocido CIS ​nos ofrece cada tres meses un sondeo que incorpora intención de voto, pero cada mes pregunta a los encuestados dónde se sitúan en la escala ideológica de 1 a 10, siendo 1 extrema izquierda y 10 extrema derecha. Les aliviaré el suspense ya en el tercer párrafo: sí, mes tras mes la opción que más adeptos atrae es 5.

En segundo lugar ¿hacia dónde creen que escoran más los españoles?, ¿hacia el centro-izquierda (4) o el centro-derecha (6)? No mucho más suspense en esta pregunta, ya que la respuesta es 4. Si esto le unimos que los que no saben o no quieren contestar se han manifestado en intervalos del 15 al 22%... ahí tienen la conclusión de ser un tanto bienqueda.

Pero seamos serios, tiene todo el sentido del mundo un sentimiento mayoritario por el centrismo. De hecho no tiene por qué ser falso declararse como tal. Es 'a posteriori' cuando llega la implicación de quién personifica en términos de partido político/candidato ese centrismo y la visceralidad que el declarado como centrista sienta sobre la citada dupla. Es decir, la empatía importa y, por tanto, importa su reflejo en la papeleta de una opción ideológica.

En el gráfico de arriba hemos dejado fuera las opciones de NS y NC (que se ofrecen separadas) pero pueden ver a la derecha el espacio que ocuparían en cada una de las consultas.

Así que, si en el centro está la opción mayoritaria, quien gane el centro a nivel empático y con propuestas sólidas (tanto en viabilidad como en eslogan) tiene una gran posibilidad de ocupar el asiento de primera fila más cercano a la tribuna en el Congreso de los Diputados.

Aprovechando esta circunstancia, lo que primero que nos llama la atención es en qué sondeos las opciones de indeterminación y no respuesta son menores. Esto ocurre en los meses de enero y abril que se corresponden a las consultas realizadas en diciembre y marzo, respectivamente.

¿Qué ocurría en estos meses? Pues en diciembre acababan de ser las primeras elecciones y en marzo se estaba en los primeros y efervescentes momentos de la negociación de un Gobierno del PSOE con Ciudadanos.

En los sondeos publicados en mayo y, por tanto, realizados en abril, las opciones de centro-izquierda (4) y centro-derecha (6) caen a plomo mientras que el centro se mantiene. Pero miren el sondeo siguiente, el de junio: el efecto se invierte.

Coincidirán conmigo que, mientras había una vía abierta para un Gobierno de coalición, las posiciones se fueron hacia lugares más de encuentro y que, cuando se hace patente la inviabilidad de un Gobierno liderado por Pedro Sánchez, todo repliega, como preparando para el siguiente asalto.

Esto se ve más claramente en el siguiente gráfico en el que hemos agrupado los resultados por escala ideológica.

Advertir aquí, como ya hemos hecho en alguna otra ocasión, que la pregunta tiene truco. Se da una escala de 1 a 10 siendo estos los extremos. Pero la mente no ve uno de ellos como tal. Nos referimos a que el inconsciente colectivo entiende el 0 y el 10 como extremos y, de forma automática, se tiende a huir de ellos, con lo que es más frecuente no posicionarse en el 10 que no hacerlo en el 1. Compruébenlo en la siguiente encuesta de satisfacción del cliente que tengan oportunidad de contestar: lo más posible es que les pregunten o de 0 a 10 o de 1 a 5; en el primer caso huirán ustedes y en el segundo ya les habrán ahorrado la culpabilidad.

Así que hemos agrupado en izquierda del 1 al 3, en centro del 4 al 6 y a partir del 7, derecha.

Miren de nuevo lo estable de la ciudadanía española en las opciones laterales y los saltos que se producen en los citados meses de enero y abril. Es más; en abril, hasta se ve un tímido despunte de la derecha propiciado por un incremento de dos puntos de la opción 7; de 7,7% a 9,7%. Es decir, a cierto sector no le debió agradar mucho que el PSOE pudiera gobernar. Es más, aunque luego baja, no vuelve a colocarse en el 7,7 hasta el último barómetro, el de septiembre.

Pero abundando en el sentir de los españoles, ¿saben cuál es la opción que menos variación tiene entre todas las muestras? La opción del centro puro. ¿Y la que más? Hemos eliminado las dos opciones más radicales por ambos extremos para quedarnos con lo más significativo y la respuesta es que la que más varía entre encuestas es la 6, o el centro-derecha. Y es curioso, porque si baja, lo que le queda aún más a la derecha se diluye y si crece, crecen juntos, algo que se aprecia muy claramente de marzo a junio en el primer gráfico.

¿Cuál es la opción que menos variación tiene entre todas las muestras? La opción del centro puro. ¿Y la que más? La 6, o el centro-derecha

Pero el mensaje puede resumirse en que “las cartas están dadas” y toca a los partidos luchar por convencer a los ciudadanos, que ya saben dónde están posicionados. No ya en unas, ahora mismo, improbables elecciones, sino en cada uno de los pasos que se den en la todavía por arrancar nueva legislatura y en caso de que quieran ir revalidando opciones para dentro de los años o meses que transcurran hasta unas nuevas elecciones.

¿Saben qué resulta más curioso del segundo gráfico? La distancia a la que está, no ya el centro de todos, sino los que se reconocen claramente de izquierdas con respecto a los de derechas (y recuerden que la derecha agrupa una opción más). España es más de izquierdas, o escora más a babor, si lo prefieren, y es algo que vemos, no sólo este año, sino ya desde hace tiempo.

Pero la izquierda parece estar dividida, ¿verdad? No sólo dividida, sino desorientada. Todos creerán que esta afirmación atañe sólo a los socialistas: que si el PSOE no ha sabido unir tripulaciones (por seguir con el símil); o si la crisis de Ferraz ha evidenciado la falta de rumbo (más símil); o si fuera del 'No Es No' y de una idea nunca explicada de un estado federal, hay algún tipo de propuesta diferencial del PP o de Podemos…

España es más de izquierdas, o escora más a babor, si lo prefieren, y es algo que vemos, no sólo este año, sino ya desde hace tiempo

Es más, en IdV pensamos que los dos cebos lanzados por Podemos y en los que picó el Sr. Sánchez (paseo por la Carrera de San Jerónimo, previo “te paso a recoger” y el Acuerdo Del Prado), difuminaron aún más cualquier propuesta propia, porque antes ya habían salido a aceptar una suerte de condiciones irrenunciables planteadas por Ciudadanos.

Hemos dicho la izquierda, no el PSOE. Porque, ¿se acuerdan de los que detentaban la socialdemocracia? Tres meses más tarde los entonces socialdemócratas justifican revueltas en las universidades que impiden a Felipe González dar una charla. “Volver a las calles” como toda premisa que reconoce que en un momento dado se ausentaron de ella. En fin… Declarados marxistas que pasan a reconocer a Brandt en todo lo que vale para luego retornar al estadio anterior sin dejar de citar a Gramsci en ningún momento.

Pero ¿y el voto?

Dígannos locos, pero visto lo poco que se mueve la ubicación ideológica insistimos en el pensamiento de que la urna premia la consistencia, no la oportunidad, algo con lo que damos respuesta a la premisa del inicio.

Por tanto el PP parece que crece, Ciudadanos estabiliza y Podemos… pues con la deriva reciente de Iglesias es prematuro decir nada. Ahora, no cabe duda que lo ocurrido en esta semana les va a blindar el voto de los grupos 1 y 2.

Pero, importante, seguimos afirmándonos en que el PSOE tiene en la actualidad (y desde hace tiempo, no nos engañemos) un grupo de votantes que creen en el partido por encima de los dirigentes. Pero, si lo cruzamos con la ideología que venimos tratando desde el principio creemos que, si encuentran su camino real, tienen campo por recuperar. No oportunismo, no cebos, no personalismos y, sobre todo, hablar de sí mismos sin tener que hacer referencia a Podemos. Porque, cada vez que un dirigente socialista niega la podemización, lo primero que hace es admitir su existencia.

Pero el PSOE ha perdido el discurso a cambio del atrincheramiento y de la referencia impuesta por otros. Dirán que no, pero al final es lo que ha empapado. Ya no es la propuesta lo que hay que renovar, primero hay que descontaminarse.

Generemos una premisa basada en una causa-efecto y veamos cuánto de verdad tienen nuestras palabras. La premisa es: la ideología condiciona el voto.

Barómetro del CIS Ciudadanos