Es noticia
El ánimo de los europeos sobre Europa
  1. España
  2. Intención de Voto
Equipo Intención de Voto

Intención de Voto

Por

El ánimo de los europeos sobre Europa

En una entrevista, Draghi afirmó que ”la integración europea es la respuesta adecuada, pero se ha debilitado en los últimos tiempos, en parte por los populismos”

Foto: El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. (Reuters)
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. (Reuters)

El pasado miércoles estuvo el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en España y alabó el “ejemplo de éxito” de las reformas estructurales implantadas por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Por supuesto, cualquier cosa que Draghi comente, por el hecho de ser Draghi, tendrá tanto defensores como detractores (más… ruidosos estos últimos). Pero que la cabeza del Banco Central Europeo reconozca un hecho como positivo, posiciona en buen lugar ante inversores e instituciones a aquel que recibe la loa.

La visita de SuperMario vino precedida de una entrevista en el diario 'El País' en la que afirmó que ”la integración europea es la respuesta adecuada, pero se ha debilitado en los últimos tiempos, en parte por los populismos”.

El primer ejemplo, no cronológico, sino en magnitud, que se nos viene a la mente de una victoria de estos grupos está, sin duda, en el resultado del Brexit. Una campaña ajustada en la que diversas soflamas, que luego se reconoció que solo pretendían atemorizar, han dado la vuelta a la dinámica esperada de lo que sería la evolución de la UE como organización supranacional.

Si nos centramos en la evolución de ese sentimiento entre los países más significativos, vemos que el declive del sentimiento positivo es muy significativo

Si el 23 de junio era la votación del Brexit, el 7 de aquel mes, nuestra venerada Pew Research ponía en circulación un estudio sobre el euroescepticismo que ampliaba con “… más allá del Brexit”. Es decir; ¿solo el Reino Unido tiene los sentimientos que tiene ante la UE? Veamos qué arrojó el estudio y si el Sr. Draghi, que se caracteriza por hablar con solidez, ha vuelto a resumir en pocas palabras una cuestión que ha hecho correr ríos de tinta.

El estudio arranca con un 51% de visión favorable de la UE frente a un 47% desfavorable. Para un ambicioso proyecto de unidad en el continente para favorecer su competitividad frente al entorno americano y asiático, no parece que despierte un entusiasmo enorme, no.

Pero si nos centramos en la evolución de ese sentimiento entre los países que podemos considerar más significativos (lo hemos reducido a Francia, Reino Unido, Alemania y España para simplificar las gráficas y porque se han realizado encuestas en los mismos años en todas ellas), vemos que el declive del sentimiento positivo es muy significativo.

La pregunta que se hacía al encuestado, pedía que dijera si tenía una visión muy favorable, algo favorable, algo desfavorable o muy desfavorable sobre la Unión Europea. En el gráfico, hemos agregado las dos opciones positivas y vemos como en 2016 solo Alemania llega al 50% de los encuestados que toman una de estas dos opciones.

Otro asunto destacable es el repunte general en el año 2014 y que prolongan en 2015 España y Francia. Pero ya que hablamos de Francia, es llamativo ver cómo en 2016 la respuesta positiva es aún más baja que la del propio Reino Unido. En general, hasta tal punto cae la opinión sobre la UE, que la media de los cuatro países no llega este año al 45%.

En esta evolución, España es el país que más cambia de opinión en el periodo estudiado, siendo el Reino Unido el más consecuente, manteniendo una media inferior del 48%.

Pues sí, Draghi ha mirado correctamente la situación y el uso del participio 'debilitado' es más que razonable. Y es que, ante este rechazo nominal, no sería de extrañar que los alemanes hasta se enfadaran al ver cómo solo son ellos los que, en cierta forma, mantienen el entusiasmo.

Abundando en el tema de España, vamos a ver cómo evoluciona ese amor-odio que tenemos por el marco común europeo desde 2010.

2010 parecía ser un romance. No enloquecido, ya que la visión muy favorable obtiene mejores resultados en los dos años siguientes, pero no se aprecia apenas rechazo. En 2011, ya se ve una visión contraria mayor, siendo la más negativa bastante más apreciable que en el año anterior.

Pero la pregunta es ¿cómo se ha inoculado ese cuestionamiento a la UE en España? El populismo no puede ser el responsable único. Primero, porque el 15-M nace en 2011 y la relevancia de Podemos no llega hasta las elecciones europeas de 2014 (si recuerdan, se presentaba Pablo Iglesias como cabeza de lista, aunque, luego, las otras puertas giratorias hicieron que abandonara su escaño para venir al Congreso de los Diputados).

2013 era el año en el que las reformas y los recortes estaban a pleno rendimiento y, entonces, el PSOE (aún liderado por Rubalcaba) llegó a superar al PP en intención de voto en encuestas como la de Metroscopia de septiembre, al tiempo que en la encuesta de la misma agencia de enero de 2014 un 78% de los encuestados rechazaba la gestión de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.

Es decir; no hubo un mensaje explícito contrario a la Unión Europea, sino que las reformas y, en su versión más identificable, los recortes impuestos desde Bruselas generaron por arrastre ese rechazo que podemos ver arriba. Lo que sí es cierto es que el mismo argumento ha venido siendo recurrente desde entonces hasta hoy: el sometimiento a Bruselas, los designios de Merkel, las políticas de Fráncfor, etc.

Es más, si vuelven al primer gráfico, verán que el humor se recupera hasta 2016, dónde podemos entender que, en parte por la actividad explícita de ciertos partidos y en parte por ósmosis, vuelve a desplomarse la opinión. Pero, como una golondrina no hace verano, habrá que ver qué nos dice el estudio el año que viene y si esto es tendencia o anécdota.

¿Cómo ven los europeos el futuro de la Unión?

¿Aspecto relevante y común? La opción más deseada es (y permitan el uso de la expresión) más autogobierno. Esta gráfica por sí misma explica el humor ante el Brexit de forma evidente. No queremos implicar con ello que toda esa voluntad de tener más control torne automáticamente en abandono de la Unión, ya que el resultado no fue tan apabullante, pero es evidente el hecho de que la situación que vivía el Reino Unido no era satisfactoria para sus ciudadanos.

Destacar aquí que Francia está insatisfecha al tiempo que divorciada: es el país que menos contento está con la situación actual (hasta UK puntúa más alto), y casi a partes iguales quieren más integración como lo rechazan.

Curioso ver cómo Alemania, el país que más influye en las políticas comunitarias, cree que se deben recuperar competencias de forma destacada sobre cualquier otra opción. Angela Merkel, que es uno de los más evidentes valores de la argumentación y del poder de la comunicación política, podría aprovechar esta circunstancia para asegurar la elección.

Por último, y para rematar, veamos respuestas en un espectro más amplio de países, porque hay resultados que harán que recordemos las palabras del Sr, Draghi.

¿Cómo ven los ciudadanos de cada país la gestión de la UE con respecto a ellos? Grecia, Francia, Italia, España o Reino Unido dan picos significativos, aunque solo haya más ciudadanos que den su aprobado frente al rechazo en Alemania y Polonia.

No vamos a flirtear con el populismo, con lo que no vamos a forzar una causa-efecto para asignarle un culpable, pero sí es cierto que Mario Draghi es sensible al distanciamiento de los ciudadanos europeos con respecto a la Unión, y cuando habla del populismo, no podemos eliminar la explicación simplemente porque no nos suene bien.

Es cierto que el último gráfico evidencia que no toda la responsabilidad es de la interpretación que ciertos intereses hacen del momento actual, y así lo manifestaba Draghi. En el gráfico, se ve un aviso de que la distancia con Bruselas es algo más que geográfica, pero también evidencia que el fuego necesita oxígeno para ser generado. Es posible que, por esto, el presidente del BCE matizara con 'en parte' una frase que, como hemos visto, está tan llena de sentido como de significado.

El pasado miércoles estuvo el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en España y alabó el “ejemplo de éxito” de las reformas estructurales implantadas por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Mario Draghi Unión Europea Brexit