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La pizarra de Díaz y la batuta de Sánchez
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Gonzalo López Alba

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La pizarra de Díaz y la batuta de Sánchez

La baronesa explicó ante el Comité Federal las claves para ganar y, sin esperar al final del Comité Federal, regresó a Andalucía

Foto: MIcaela Navarro, Pedro Sánchez y César Luena, en el Comité Federal. (Efe)
MIcaela Navarro, Pedro Sánchez y César Luena, en el Comité Federal. (Efe)

Si al año macroelectoral de 2015, que se encamina claramente hacia una final four –final entre cuatro–, le aplicamos la metáfora del baloncesto –deporte practicado en su juventud por Pedro Sánchez–, el equipo rojo se dispuso este sábado para saltar a la cancha a disputar el segundo de los cuatro periodos en que se distribuyen los partidos con un nuevo base, el secretario general, y la ventaja de haberse impuesto con claridad en el primer cuarto, aunque de forma insuficiente para dar todavía nada por ganado.

Los socialistas se concentraron en su sede de Ferraz con el ánimo subido tras el primer cuarto, el que se disputó en Andalucía, dominado por el juego personalista de Susana Díaz, que sacó de fondo, corrió la pista y dejó una bandeja sobre la canasta, aunque todavía precisará de un palmeo para lograr que los puntos conseguidos se transformen en Gobierno. La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, que por primera vez acudió a una reunión del Comité Federal desde la elección de Sánchez, fue una de las grandes protagonistas de la concentración de este sábado por méritos propios, y así se lo reconocieron todos.

Sánchez presenta al PSOE como 'la izquierda que puede ganar al PP' y da libertad a sus candidatos municipales y autonómicos para buscar apoyos a posteriori

Díaz, que abrió el turno de palabras, explicó a sus compañeros la estrategia de la victoria y, con la pizarra que suele utilizar el entrenador, marcó las jugadas decisivas: 1. “Los gobiernos no son responsables de una crisis como esta, pero sí de cómo la gestionan”. 2. “Se puede gestionar la crisis y ganar las elecciones”. 3. “No hay que inventar nada: basta con ser reconocibles para la gente en nuestras señas de identidad”. 4. “La gente quiere vernos ocupándonos de resolver sus problemas y no de nuestros asuntos internos”.

Y dicho esto, lo que ocurrió tras la intervención inicial de Sánchez, la dirigente andaluza se fue a la ducha. Alegando el cansancio que arrastra, solo esperó a que hablaran los otros cinco secretarios generales que habían pedido la palabra antes de emprender el camino de regreso a su feudo, lo que hizo escoltada por su plana mayor: Máximo Díaz Cano, Juan Cornejo y Mario Jiménez, quedando la supervisión andaluza en manos de Antonio Pradas y Micaela Navarro, sus dos delegados en la Ejecutiva federal.

El segundo ‘cuarto’

Para el segundo cuarto de la final four, las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, el equipo rojo pone en pista un nuevo cinco titular, con Sánchez a la batuta. Aunque sobre él recaerá igualmente la responsabilidad última del resultado, por las características propias de este tiempo, en el que la nota característica son las rotaciones –muchos jugadores distintos en pista–, su perfil no puede ser el del base chupón y anotador, sino el del que distribuye el juego y marca las jugadas.

Y eso fue lo que hizo Sánchez, con la confianza que da la ventaja obtenida en el primer cuarto: “El tiempo del PP ha tocado a su fin y nosotros somos la izquierda que puede ganar a la derecha. El PSOE es el único partido que tiene un proyecto claro, equipos renovados y capaces para llevar adelante un cambio seguro con una recuperación justa, y tiene sus cuentas en A”. Con este diseño del juego, todos los que ahora saltan a la cancha tendrán libertad para decidir cómo y desde dónde lanzan a canasta.

Dicho en otros términos: todos los que en mayo serán candidatos del PSOE saldrán con el objetivo compartido de quedar por delante del PP, aunque sea por un voto. Si logran ganar la posición al que históricamente ha sido su adversario de referencia, cada uno habrá de buscar la canasta como mejor pueda en función de la distribución que tengan los jugadores en la zona. Si hace falta rebote para encestar, se presionará con el argumento ya esbozado desde Andalucía: los ciudadanos han dicho que quieren pactos, pero también que gobierne el PSOE, así que Podemos, Izquierda Unida y Ciudadanos habrán de asumir su cuota de responsabilidad para garantizar la gobernabilidad y, como subrayó Díaz, “o gobierna el PSOE o en Andalucía no habrá gobierno”.

Del resultado de este segundo cuarto del partido dependerá la composición del equipo que dispute el último y definitivo tiempo de la final four a jugar contra PP, Podemos y Ciudadanos. Si el PSOE logra consolidar en mayo la recuperación esbozada en Andalucía, no se discutirá que Sánchez sea el candidato para las elecciones generales de noviembre. En caso contrario, se reavivarán los rescoldos de la lucha por el poder.

Los seguidores de Tomás Gómez fracasaron en su intento de reprobar al secretario general porque nadie quiso aguar la fiesta del triunfo andaluz ni romper la paz electoral

Pero el sábado nadie estaba en esta clave. Nadie salvo los miembros de “la barricada” madrileña, como se autodenominan los seguidores del defenestrado Tomás Gómez, que lanzó a sus últimos fieles a una operación suicida. De los 37 miembros del Comité Federal que pidieron la palabra, hasta una docena fueron de la federación madrileña, prácticamente a razón de un tomasista-un oficialista. Gómez hizo en un rincón el resumen de lo dicho por sus huestes: “El PSOE de Pedro Sánchez es decepcionante” y el secretario general es el primer responsable de “un dedazo sin precedentes”. Pero, lejos de granjearse adhesiones, lo único que logró Gómez fue incrementar la animadversión hacia él. Sabido es que no hay peor papel en una celebración que el del aguafiestas y el sábado era, por primera vez en años, un día de alegría y paz interna en el PSOE. Así, la mayoría no dudo en tachar de “patética” la actuación de los tomasistas.

El tercer ‘cuarto’

El tercer cuarto de la final four electoral se disputará en septiembre en Cataluña, donde nunca habían sido peores las expectativas para los socialistas y los sondeos pronostican una caída imparable. El primer secretario y probable candidato a la Generalitat, Miquel Iceta, señaló que es posible que el soufflé soberanista haya bajado, pero advirtió de que “el problema subsiste”. Iceta no dudó en explicitar su alineamiento con el secretario general, al señalar que “con Pedro Sánchez, estamos un paso más cerca de la Moncloa”, y Sánchez le correspondió reafirmándose en el compromiso de reformar la Constitución para solventar las tensiones territoriales.

Ante el horizonte del último y definitivo cuarto, la mayoría del Comité Federal apuntó tres hitos en su recuperación: la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien elogió el extremeño Guillermo Fernández Vara por su “adecuada lectura de la derrota”; la victoria de Sánchez sobre Mariano Rajoy en el debate sobre el estado de la Nación, y la recuperación en Andalucía de la condición de primera fuerza política.

El segundo cuarto, que en los partidos de baloncesto suele ser determinante, comenzará tras el tiempo muerto de la Semana Santa.

Si al año macroelectoral de 2015, que se encamina claramente hacia una final four –final entre cuatro–, le aplicamos la metáfora del baloncesto –deporte practicado en su juventud por Pedro Sánchez–, el equipo rojo se dispuso este sábado para saltar a la cancha a disputar el segundo de los cuatro periodos en que se distribuyen los partidos con un nuevo base, el secretario general, y la ventaja de haberse impuesto con claridad en el primer cuarto, aunque de forma insuficiente para dar todavía nada por ganado.

Pedro Sánchez Tomás Gómez Susana Díaz Alfredo Pérez Rubalcaba