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Lourdes y Arturo ya no se saludan

Un sólo miembro del Ejecutivo de Mariano Rajoy acudió a la conferencia que ayer ofreció Ignacio González en el Club Siglo XXI: Jesús Posada, presidente del

Foto: Lourdes Cavero, en un momento del acto celebrado en el Club Siglo XXI (Fotografías: E. Villarino)
Lourdes Cavero, en un momento del acto celebrado en el Club Siglo XXI (Fotografías: E. Villarino)

Ni un solo miembro del Ejecutivo de Mariano Rajoy acudió a la conferencia que ayer ofreció Ignacio González en el Club Siglo XXI. La única persona cercana al presidente del Gobierno que se dejó caer por allí fue Jesús Posada, presidente del Congreso de los Diputados. Nada que ver con el respaldo que recibió el presidente de otra comunidad, la valenciana, Alberto Fabra, hace justo una semana. El presidente de la Comunidad de Madrid llegó escoltado y escoltando a su señora, Lourdes Cavero, que ayer por la mañana avisó a Arturo Fernández de que ya no quería seguir siendo vicepresidenta de la CEIM. En el acto se reencontró con su ‘exjefe’, pero sólo se miraron de lejos. Cavero huyó de la sala nada más escuchar los primeros aplausos de un público entregado hasta la médula. Evitó, sin querer o queriendo, miradas indiscretas y saludos que desde ayer ya no eran obligados.

El frío saludo entre Arturo Fernández e Ignacio González (E.V.)

Segundos después de la espantá de la esposa del presidente, abandonó la sala una Esperanza Aguirre que no podía fingir un terrible dolor en el oído izquierdo. Como Pedro por su casa estuvo la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que por una extraña razón alteró el protocolo del acto y no se sentó donde le tocaba: al lado de Cristina Cifuentes, la flamante delegada del Gobierno en Madrid y la persona de su partido que más papeletas tiene para sucederla en el Palacio de Cibeles.

Sí estuvo, por supuestísimo, todo el PP de Madrid: la presidenta, el Gobierno del propio González prácticamente al completo, gran parte de la bancada popular de la Asamblea de Madrid y un suculento grupo de Nuevas Generaciones, con Ángel Carromero a la cabeza.

placeholder Cristina Cifuentes conversa con Esperanza Aguirre (E.V.)

El presidente madrileño aprovechó que estaba rodeado de los suyos para lanzar al aire una atrevida propuesta: que las comunidades con privilegios fiscales (País Vasco y Navarra) dejen de tenerlos. González vino a decir aquello de que a estas les quiten lo bailao. Si las dos regiones participasen en el mismo sistema que el resto de autonomías, el sucesor de Aguirre en Madrid ya ha echado las cuentas de lo que España ingresaría: unos 3.200 millones de euros, suficiente como para que las dos niñas bonitas pierdan los privilegios que ahora tienen y contribuyan como todo hijo de vecino.

Jesús Posada y Ana Botella (E.V.)González también se acordó de Cataluña y su financiación a la carta que él descarta de lleno, ya que en su opinión España no puede permitirse que el 30% del total de su economía (lo que suman la propia Cataluña, País Vasco y Navarra) quede al margen de la solidaridad entre todos. El discurso del madrileño no ha sido casual: dentro de cuatro días las autonomías tienen que remitir al Ministerio de Hacienda sus evaluaciones sobre el actual sistema de financiación autonómica. Madrid envió ayer el primer caramelo envenado a Cristóbal Montoro.

Para que Mariano Rajoy no se atragante hoy cuando lea la prensa en el desayuno, González dio un par de palmaditas en la espalda al presidente del Gobierno a costa de la reforma fiscal que anunció el jefe del Ejecutivo en el debate del estado de la nación. También recordó que, con Rajoy al frente del Gobierno, España evitó el rescate y salió de la recesión al haber comenzado a generar empleo.

placeholder El chef David Muñoz (i) junto a empresarios como Arturo Fernández, José Folgado o Enrique Cerezo (E.V.)

El delfín de Esperanza Aguirre saludó a todo el que se le acercó en un acto en el que, por estar, estuvo hasta el cocinero revelación del año, David Muñoz, que entró en la sala acompañado de la consejera de Empleo, Ana Isabel Mariño. El dueño de DiverXO, embajador turístico de la Comunidad, se sentó en la primera fila, donde estaba la crème de la crème del empresariado madrileño: Juan Miguel Villar Mir, Pepe Folgado (REE), Enrique Cerezo (Atlético de Madrid), Miguel Zugaza (director del Museo del Prado).

Tampoco faltó el exjefe de su esposa, que fue a saludar hasta a aquellos que se hacían los locos y simulaban que no le habían visto. El presidente de los empresarios madrileños aguardó su turno para saludar al presidente Ignacio González, que se limitó a darle un apretón de manos. Los dos evitaron la pregunta que todo el mundo se hacía: ¿dónde se había metido Lourdes?

Ni un solo miembro del Ejecutivo de Mariano Rajoy acudió a la conferencia que ayer ofreció Ignacio González en el Club Siglo XXI. La única persona cercana al presidente del Gobierno que se dejó caer por allí fue Jesús Posada, presidente del Congreso de los Diputados. Nada que ver con el respaldo que recibió el presidente de otra comunidad, la valenciana, Alberto Fabra, hace justo una semana. El presidente de la Comunidad de Madrid llegó escoltado y escoltando a su señora, Lourdes Cavero, que ayer por la mañana avisó a Arturo Fernández de que ya no quería seguir siendo vicepresidenta de la CEIM. En el acto se reencontró con su ‘exjefe’, pero sólo se miraron de lejos. Cavero huyó de la sala nada más escuchar los primeros aplausos de un público entregado hasta la médula. Evitó, sin querer o queriendo, miradas indiscretas y saludos que desde ayer ya no eran obligados.

Esperanza Aguirre Mariano Rajoy Ignacio González