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El otoño de los desengañados
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Javier Caraballo

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El otoño de los desengañados

Tienen perfiles diferentes y cabreos idénticos. Son profesionales de alta cualificación que no han necesitado un año para sentirse desengañados del Gobierno de Mariano Rajoy. Tienen

Tienen perfiles diferentes y cabreos idénticos. Son profesionales de alta cualificación que no han necesitado un año para sentirse desengañados del Gobierno de Mariano Rajoy. Tienen historias diferentes, trabajos distintos, pero todos se volcaron en las urnas de noviembre en el apoyo a un cambio político, para enterrar el zapaterismo, y ahora, sin que se haya cumplido ni siquiera un año, ya coinciden en las conversaciones de sobremesas, en las charlas con los amigos, con los compañeros de trabajo, en el desengaño profundo de este gobierno. 

Este otoño será el otoño de los desengañados, porque todos ellos, médicos, jueces, catedráticos, fiscales, profesores, ingenieros o funcionarios de carrera, todos expresan el mismo malestarPor eso este otoño será el otoño de los desengañados, porque todos ellos, médicos, jueces, catedráticos, fiscales, profesores, ingenieros o funcionarios de carrera, todos expresan el mismo malestar, la misma decepción; la frustración de un gobierno del que esperaban mucho más que la política simple de subir impuestos, bajar sueldos, recortar derechos y mantener intacto el despilfarro de una administración obesa, sobrecargada.

Será éste, sí, el otoño de los desengañados y cualquiera que pegue el oído en sus conversaciones observará al instante que si existe en el horizonte alguna movilización que deba preocupar al Gobierno no es la que puedan planificar los sindicatos sino la que nace de este cabreo sordo, este malestar sin altavoces, que se ha extendido a los sectores profesionales de alta cualificación que ahora, dicen, se sienten maltratados por un gobierno al que le confiaron sus últimas esperanzas. 

Los sindicatos promoverán las protestas previsibles, manifestaciones y huelgas con las que ya cuenta el Gobierno del Partido Popular, movilizaciones que estaban en el calendario de trabas políticas desde mucho antes de que Mariano Rajoy llegase a la Presidencia del Gobierno. Pero esta otra, que no sale en los periódicos, esta otra que no se anuncia en ruedas de prensa, es, sin embargo, la que puede dañar más al Gobierno porque socava los cimientos de la sociedad y pueden hacer tambalear el funcionamiento de los servicios públicos

Todos aquellos a los que el Gobierno ha señalado ahora con una reducción de salarios, como si fueran los causantes de la crisis, se les ha conducido al desánimo más absolutoMás allá del deterioro que pueda producirse en la base electoral del Gobierno, que eso, las expectativas electorales, es lo que menos debe preocuparle ahora al Partido Popular, la protesta sorda de esos profesionales de alta cualificación es la más lesiva para el país. “España –se les oye decir- sustenta el buen funcionamiento de los servicios públicos, como la Justicia, la Educación o la Sanidad, en el voluntarismo de los profesionales. Se sobrellevan los graves problemas estructurales porque existe la voluntad de superar problemas diarios, los absurdos cotidianos de la gestión pública. El juez, el fiscal, el profesor, el médico… todos aquellos a los que el Gobierno ha señalado ahora con una reducción de salarios, como si fueran los causantes de la crisis, se les ha conducido al desánimo más absoluto, con la tristeza de comprobar que en vez de afrontar el origen del mal se ha optado por la política más fácil, más demagógica, más injusta”.

Tienen perfiles diferentes y cabreos idénticos. Son profesionales de alta cualificación que no han necesitado un año para sentirse desengañados del Gobierno de Mariano Rajoy. Tienen historias diferentes, trabajos distintos, pero todos se volcaron en las urnas de noviembre en el apoyo a un cambio político, para enterrar el zapaterismo, y ahora, sin que se haya cumplido ni siquiera un año, ya coinciden en las conversaciones de sobremesas, en las charlas con los amigos, con los compañeros de trabajo, en el desengaño profundo de este gobierno.