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Florentino, yo no soy tonto
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Javier Caraballo

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Florentino, yo no soy tonto

Ni es lógico que el Real Madrid contrate a esa empresa ni vamos a saber nunca a dónde fue a parar el dinero, ni tan siquiera conoceremos qué tipo de trabajos hacía en realidad esa empresa para el club

Foto: El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (Efe)
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (Efe)

Antes de sentirse ofendido por la insistencia del interrogatorio judicial, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se sonrió para sí cuando le preguntaron cómo llegó al convencimiento de que una pequeña empresa de Valencia era la adecuada para asesorar al club en la grandiosa aventura de poner en contacto a los 180 millones de seguidores blancos en las redes sociales de todo el mundo. ¿Por qué la contrató? Florentino no sabe nada de redes sociales, ni él ni los que dirigen el club. Lo dice constantemente; es, además, de esos tipos que se enorgullece de no estar en contacto con ese mundo desarbolado de grafitis en los muros, como las paredes de un váter público.

Nada sabe, pero como buen hombre de negocios le interesan las posibilidades de mercado que ofrece. Por eso buscaba una empresa que pudiera informar y orientar al Real Madrid en ese mundo inmenso. Y zas, aparece de pronto Eico Online ReputationManagement, la empresa de Alejandro de Pedro Llorca que venía de asesorar en redes sociales a candidatos de pueblos como Sant Vicent del Raspeig, Denia o Gandía. ¿La campaña de las presidenciales en Estados Unidos? No precisamente. Pero bueno, al presidente del Real Madrid, en una sola conversación, Alejandro de Pedro lo convenció de que su empresa era la adecuada para posicionar al Real Madrid en las redes sociales de medio mundo, países como China, Brasil, Inglaterra o Alemania. “Este señor sabe de esto”, le dijeron. Pues que no se hable más, quedas contratado. En dos años, 300.000 euros de contrato. Extraordinario.

Pero bueno. Volvamos a la pregunta clave, porque dice mucho de estos procesos judiciales. ¿Cómo y por qué contrata el Real Madrid a esa empresa? Esa es la pregunta de jueces y fiscales que, en todos los casos de corrupción en los que se persiguen comisiones ilegales, delitos de cohecho, soborno o tráfico de influencias, la investigación se va adentrando en un terreno pantanoso del que es muy difícil salir. Por la imposibilidad de demostrar la conexión ilícita entre la empresa o el empresario que paga y la sociedad o partido político que recibe la pasta. La mera aceptación por parte del empresario pagador de haberse visto sobornadolo convierte a él mismo en parte del delito.

Es muy difícil de demostrar en el caso de los contratos con Administraciones Públicas, y casi imposible en un proceso como el que afecta al Real Madrid en el caso Púnica, porque se trata de dos empresas privadas que deciden libremente trabajar juntas. Ni es lógico que el Real Madrid contrate a esa empresa para que lo posicione en las redes sociales de todo el mundo ni vamos a saber nunca a dónde fue a parar el dinero, ni tan siquiera conoceremos qué tipo de trabajos hacía en realidad esa empresa para el Real Madrid.

La cuestión es que la mera contestación por parte de Florentino Pérez de que la contrató porque le dio la gana, desbarataría todo el interrogatorio. Nada se puede oponer penalmente porque nada se puede demostrar. Lo único que le queda al juez, como sucedió conEloy Velascodurante el interrogatorio al presidente del Real Madrid, es poner cara de póker y repetir que todo le resulta muy extraño. “Me extraña todo, me extraña todo”. Pero cuantas más veces repetía el juez que nada de lo que decía el presidente del Real Madrid tenía sentido, más arriba se venía Florentino Pérez.

Al presidente del Madrid, en una sola conversación, Alejandro de Pedro lo convenció de que era el adecuado para posicionar al club en medio mundo

¿Pagarle al PP? “Si me lo hubiera dicho antes, no se hubiera atrevido ni a preguntarme”, contesta Florentino, ofendido. Y luego ya comienza a atacar en tromba, como si se hubiera ido al juzgado con Bale y Ronaldo por las bandas. “¿Quele extraña todo? Mire, deme un segundo. Yo trabajo en una empresa que tiene 220.000 trabajadores y que factura cien millones de euros al año en setenta países… Me ofende la pregunta”.

En todos los casos de corrupción, hay una pregunta en la que la investigación se empantana. El único empresario que, en una conversación privada, fue sincero conmigo cuando le pregunté si había pagado comisiones ilegales, me dijo, con la misma solemnidad con la que lo había negado todo en los juzgados: “Ni he pagado nuncani volveré a pagar”. ¿Cómo y por qué contrata el Real Madrid a una empresa diminuta para asesorarla en redes sociales en todo el mundo?

Tan extraño es el asunto, como le parecía al juez, que después de la empresa valenciana, el Real Madrid decidió contratar a Microsoft, por 30 millones de euros. Los 300.000 euros a la empresa de la Púnica al lado de esos treinta millones de euros parecen eso, una merienda. ¿Pero, por qué? Cuando llegó a ese instante, fue cuando Florentino dejó caer una leve sonrisa. “En el Real Madrid no saben nada de redes sociales, ya se lo digo yo, je, je… Yo tampoco soy un experto, y no soy tonto, je, pero lo que contaba [Alejandro de Pedro Llorca] pues parecía una persona que ese mundo lo entendía”.

¿Síntesis final? Florentino no es tonto.

Antes de sentirse ofendido por la insistencia del interrogatorio judicial, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se sonrió para sí cuando le preguntaron cómo llegó al convencimiento de que una pequeña empresa de Valencia era la adecuada para asesorar al club en la grandiosa aventura de poner en contacto a los 180 millones de seguidores blancos en las redes sociales de todo el mundo. ¿Por qué la contrató? Florentino no sabe nada de redes sociales, ni él ni los que dirigen el club. Lo dice constantemente; es, además, de esos tipos que se enorgullece de no estar en contacto con ese mundo desarbolado de grafitis en los muros, como las paredes de un váter público.

Florentino Pérez Operación Púnica