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Notables próximos al PP reprueban el Presupuesto y las reformas financieras
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José Antonio Zarzalejos

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Notables próximos al PP reprueban el Presupuesto y las reformas financieras

“El proyecto de presupuestos para 2012 presentado a finales del pasado mes de marzo resultó tener un carácter limitado, como si se tratara de los presupuestos

El proyecto de presupuestos para 2012 presentado a finales del pasado mes de marzo resultó tener un carácter limitado, como si se tratara de los presupuestos correspondientes a un ejercicio normal. El mismo retraso en presentarlos había hecho esperar que se diese a luz un texto más ambicioso y acabado. De ahí la decepción. El trámite parlamentario no ha modificado un ápice su realidad ni nuestro diagnóstico”. Estas duras palabras hacia los presupuestos generales elaborados por Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, no proceden del PSOE, sino que forman parte de un extenso documento (“Por una política presupuestaria más ambiciosa”) emitido por el Círculo Cívico de Opinión. Tampoco esta entidad es una más en el panorama nacional. Se trata de la fundada el pasado año por un grupo de personalidades expertas en diversas disciplinas y muy representativas, muchas de ellas próximas al PP.

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Entre los socios fundadores del Círculo Cívico de Opinión destacan los directores de comunicación de Telefónica (Luis Abril), Caixabank (Jaume Giró) y BBVA (Gregorio Panadero), los catedráticos Fernando Becker (director general de Iberdrola), Victoria Camps, Luis Caramés, Adela Cortina, José Luis Garcia Delgado, Josefina Gómez Mendoza, Emilio Lamo de Espinosa, Cayetano López, Manuel Marín Rodríguez, Rodolfo Gutiérrez, Santiago Muñoz Machado, Luis Oro, Jose Manuel Sánchez Ron, Jose María Serrano Sanz y Fernando Vallespín, cargos empresariales como Antonio Cortina, director adjunto del servicio de estudios del Banco Santander, Jose Gasset, director de relaciones internacionales de Iberdrola, Antonio Merino, director de estudios y análisis del entorno de Repsol y especialistas de distintos ámbitos como los historiadores Antonio Miguel Bernal y Juan Pablo Fusi, el escritor Alvaro Delgado Gal, los arquitectos Luis Fernández Galiano y Francisco Mangado, el presidente del Círculo de Economía, Josep Piqué, el embajador de España, Javier Rupérez, el periodista Fernando González Urbaneja, el profesor de Ciencia Política, José Ignacio Torreblanca y el ingeniero de caminos, Miguel Aguiló. También consta como socio fundador de esta asociación el ministro y sociólogo José Ignacio Wert “sin participación activa -dice el informe- mientras desempeña sus actuales responsabilidades como ministro de Educación, Cultura y Deporte”.

Esta asociación nació ante la constatación “de un claro desgaste de la confianza en la clase política y una crisis de gobernanza que, según muchos, está provocando una puesta en cuestión del mismo modelo de Estado y favorece el aumento de una cierta “fatiga” civil. España -continúa el epígrafe “Razón de ser” de la asociación-, que había tenido un gran proyecto nacional unificador, el de la transición, muestra dificultades para reencontrar una visión clara de su interés general por encima de los intereses partidistas y de las prácticas que se arraigan en otros particularismos”. Los fundadores consideran que el Circulo Cívico de Opinión “es un producto más de esa coyuntura de incertidumbre”. Consultado uno de los fundadores sobre el espíritu que guía los documentos que emite la asociación -el que se refiere al presupuesto es el quinto y está fechado el pasado 4 de junio- dice que es “un espíritu crítico y constructivo y aunque tenemos nuestros criterios ideológicos, nos enfrentamos a los análisis sin condicionamientos ni ataduras políticas coyunturales.

El aserto parece del todo cierto porque el CCO considera el presupuesto del PP, no sólo como una ocasión perdida, sino también como un documento de mermada credibilidad” y tan efímero que “apenas duró una rueda de prensa”. Para los impulsores de este diagnóstico tan duro sobre el elemento central de la política económica del Gobierno, “que España vuelva a inspirar confianza depende crucialmente de dos factores: la contención del endeudamiento y la recuperación del crecimiento. Esos son los criterios decisivos a la hora de juzgar los presupuestos”. Y aunque el informe está de acuerdo con las políticas de ajuste, difiere radicalmente en las vías elegidas por el Gobierno para lograrlo.

Porque “el esfuerzo principal se hace por el lado de los ingresos y casi todo a través de incrementos en la recaudación de impuestos directos, mientras por el lado de los gastos “hace una distribución muy irregular pues crecen todas las partidas excepto en las que se concentran los recortes: las inversiones (casi un 30%) y compras de bienes y servicios (un 5%).” Pero, además, el dictamen denuncia que “aumentan las grandes partidas del gasto: transferencias corrientes, personal y gastos financieros”. El CCO se adhiere a la tesis según la cual el ajuste “debiera hacerse fundamentalmente a través del control del gasto y no tanto por el aumento de los impuestos. Y caso de ser éste imprescindible, debería optarse por los impuestos indirectos, que provocan menos distorsión especialmente en tiempos de crisis”.

En el catálogo de las muchas frases sentenciosas y críticas del informe, dos destacan sobre otras: de un  lado la afirmación de que “es difícil evitar la sensación de que se improvisa o de que se está a merced de múltiple presiones y así es imposible recuperar la tan necesaria confianza” y, de otra, que “los problemas de España derivan de las dudas sobre su capacidad para contener el déficit, pero también de la desconfianza sobre sus posibilidades de recuperar el crecimiento.” Quizás el párrafo más letal para el Ejecutivo de Rajoy sea el que a continuación transcribo dirigido, no sólo a Montoro, sino también a De Guindos: “El crecimiento requiere inversiones y éstas reclaman un marco institucional predecible y no sujeto continuamente a revisión. De otro modo, no cabe esperar el retorno de la confianza. Los vaivenes de la regulación financiera son un claro ejemplo de cómo no debiera procederse. Con dos reformas  en apenas cuatro meses, y varias más en los últimos años, da la impresión de que es imposible poner punto final al proceso y devolver la confianza en el sistema. Entre tanto, el sector se halla sumido en la incertidumbre y las entidades, ensimismadas, deben dedicar continuos esfuerzos a una interminable reorganización que les aleja de su urgente misión de restaurar el crédito”. Por todo ello, el CCO pide al Gobierno una política presupuestaria más ambiciosa para 2013 y un liderazgo del Estado sobre todas las administraciones públicas.

Enmienda a Montoro y De Guindos

Este informe es un aldabonazo a la política económica del Ejecutivo de Rajoy, lanzado al ruedo de la opinión pública por una asociación fundada por personalidades empresariales y académicas que en su mayoría se encuadran ideológicamente en el centro-derecha, e implica una enmienda a la totalidad de la gestión económica de los ministros Montoro y De Guindos al denunciar con claridad el carácter doméstico y alicorto de los presupuestos y la inestabilidad y desconfianza generada por las reformas financieras de Economía y Competitividad. La carga representativa de algunos de los fundadores del Círculo Cívico de Opinión respecto de grandes corporaciones españolas y el perfil de otros expertos que han participado en la constitución de esta asociación, son síntomas evidentes del malestar que se produce en la derecha sociológica española hacia el modo en que Rajoy y su equipo han venido conduciendo la crisis. La circunstancia más paradójica consiste en el hecho de que José Ignacio Wert sea -ahora sin actividad en el CCO- uno de sus impulsores.

El giro que ha de imprimir Rajoy a su Gabinete comienza a resultar algo más que conveniente: es ya imprescindible y urgente. Y con una lección de por medio: se requiere un vicepresidente que cohesiones las políticas económicas, sirva de interlocución al sistema empresarial español, esté presente con plena autoridad en los órganos decisores y deliberantes de la Unión Europea y suscite la confianza de los mercados.

El proyecto de presupuestos para 2012 presentado a finales del pasado mes de marzo resultó tener un carácter limitado, como si se tratara de los presupuestos correspondientes a un ejercicio normal. El mismo retraso en presentarlos había hecho esperar que se diese a luz un texto más ambicioso y acabado. De ahí la decepción. El trámite parlamentario no ha modificado un ápice su realidad ni nuestro diagnóstico”. Estas duras palabras hacia los presupuestos generales elaborados por Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, no proceden del PSOE, sino que forman parte de un extenso documento (“Por una política presupuestaria más ambiciosa”) emitido por el Círculo Cívico de Opinión. Tampoco esta entidad es una más en el panorama nacional. Se trata de la fundada el pasado año por un grupo de personalidades expertas en diversas disciplinas y muy representativas, muchas de ellas próximas al PP.

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