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La montaña del pacto parió un ratón (muerto)
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Irene Lozano

Palabras en el Quicio

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La montaña del pacto parió un ratón (muerto)

Sin duda, muchos de los trabajadores que han sido, y son, víctimas de ERE no merecían perder su empleo. Hay dos, en cambio, que se han

Sin duda, muchos de los trabajadores que han sido, y son, víctimas de ERE no merecían perder su empleo. Hay dos, en cambio, que se han hecho acreedores de un despido fulminante e instantáneo: los portavoces parlamentarios del duopolio PP-PSOE, Alfonso Alonso y Soraya Rodríguez.

Como la Lupe, están convencidos de que la política es 'puro teatro' y decidieron escenificar un acuerdo respecto a la posición de España en el Consejo Europeo de finales de este mes. Así, el duopolio mostraría a esos ciudadanos hartos de ellos -ahítos de vino malo, que diría Machado- sus grandes virtudes de Estado, su espíritu de consenso y bla, bla, bla. Se da la circunstancia de que en asuntos europeos ya existe un acuerdo bastante amplio entre los distintos grupos parlamentarios. Los interesados pueden leer las actas de la Comisión Mixta para la UE, pues cada vez que se va a celebrar un Consejo Europeo, el secretario de Estado, Íñigo Méndez de Vigo, comparece ante los grupos para explicar la posición del Gobierno. Y suele encontrar bastante respaldo, con los lógicos matices y algunas discrepancias, lo cual ha agradecido a los portavoces en más de una ocasión.

El duopolio encanija la política española a pasos agigantados, mientras se especializan en ponerse en evidencia ellos solos. Buscaban una foto que inmortalizara el virtuoso consenso; se han quedado sin foto y han logrado la proeza de aflorar discrepancias allí donde había acuerdosNo había grandes obstáculos que vencer en cuanto al fondo: avanzar en la unión bancaria, fiscal, económica y política; poner en marcha políticas de fomento del crecimiento y el empleo, con especial atención al empleo juvenil; el papel del Banco Central Europeo y el Banco Europeo de Inversiones para garantizar la equidad en el acceso al crédito de todos los países y de las pymes... Resulta difícil discrepar. Todo lo que el duopolio debía hacer era concentrar su energía en la forma de tejer el acuerdo, para incluir a todos los grupos posibles. Sólo hacía falta una pizca de sentido político y buenos modales. Ni de eso fueron capaces.

Después de redactar ellos dos solos su texto durante días, nos lo entregaron a los portavoces el miércoles a las 19:17 h, con retraso, desgana o ambas cosas. Todos los grupos minoritarios habíamos rechazado sumarnos a un texto cerrado y, pese a que el tiempo era escaso, UPyD decidió trabajar para hacer aportaciones que fueran incluidas y presentarlas en la reunión que debía haberse celebrado ayer al finalizar el Pleno. A media mañana, CiU anunció que no asistiría a la reunión; el PNV los siguió poco después. Y como el duopolio se queda desnortado cuando no tiene cerca a los nacionalistas, desconvocaron la reunión, indicándonos con ese gesto que UPyD es para ellos la lechuga que adorna el plato. Se ve que tienen en baja estima al 1,2 millones de ciudadanos que nos han votado; por cierto, más que los de CiU o PNV.

El resultado final es desolador: el duopolio encanija la política española a pasos agigantados, mientras se especializan en ponerse en evidencia ellos solos. Buscaban una foto que inmortalizara el virtuoso consenso; se han quedado sin ella y han logrado la proeza de hacer aflorar discrepancias allí donde había acuerdos. Lo peor es que esto no sale gratis. Es de hecho la forma más eficaz de debilitar la posición española ante las instituciones europeas. 

Sin duda, muchos de los trabajadores que han sido, y son, víctimas de ERE no merecían perder su empleo. Hay dos, en cambio, que se han hecho acreedores de un despido fulminante e instantáneo: los portavoces parlamentarios del duopolio PP-PSOE, Alfonso Alonso y Soraya Rodríguez.