España 2020: dejándonos de juegos

De todas las excusas que se han balbucido para justificar el humillante fracaso de Madrid como ciudad olímpica, he percibido un rapto de sinceridad en la explicación de que se trataba de un sueño, aunque se decía para legitimar el ensimismamiento de los promotores... Como si todas las ilusiones fueran buenas.

Si uno va al diccionario, encuentra en una de las definiciones de "sueño" los rasgos que explican el fracaso: "Cosa que carece de realidad o fundamento, y en especial, proyecto, deseo, esperanza sin posibilidad de realizarse". Se había puesto mucha "ilusión", es decir, "concepto, imagen, representación sin verdadera realidad". Como de todo se debe aprender en la vida, yo espero que este revolcón internacional lleve a los impulsores políticos de la iniciativa a reconocer de una vez que su principal tara es haber perdido el sentido de la realidad y haber embarcado a mucha gente en ello. Ni Madrid tuvo nunca posibilidades reales de salir (la pavorosa derrota así lo revela), ni el proyecto de organizar unos Juegos como forma de salir de la crisis es realista.

Por si a alguien le quedan dudas, recomiendo la lectura del informe del Cedefop Skills need in Europe 2020. Les servirá para recuperar el optimismo, porque explica dónde habrá nichos de empleo en los próximos años y dónde no.

Confiemos en que al darse de bruces con la realidad en Buenos Aires, los gobernantes vean la necesidad de dejar de lado la fantasía de una vez y se pongan manos a la obra para aprovechar todas esas oportunidades

El informe indica que se van a perder tres millones de empleos en el sector primario (agricultura y ganadería) y casi un millón en la industria (en el periodo 2006-20). Por su parte, el sector de la construcción tenderá al estancamiento, ya que se crearán menos de medio millón de empleos para toda Europa: por si alguien no entiende con claridad qué significa esto, equivale a descartar que la recuperación del empleo vaya a venir en España de esta gallina de los huevos de oro, muerta para bastantes años.

Hay también buenas noticias. Experimentará un gran crecimiento de empleos el sector del turismo y transporte (4,5 millones), y otro tanto los comprendidos en Administración pública, sanidad y educación. El aumento más espectacular de empleos se producirá en el ámbito llamado de "negocios", con más de 14 millones de empleos adicionales en el sector financiero, seguros, informática y servicios profesionales.

Esto significa, ni más ni menos, que existen muchas oportunidades, pese a la cerrazón y el empeño oficiales en seguir cebando el modelo fracasado de la burbuja con fantasías como los Juegos Olímpicos o disparates como Eurovegas. Significa también que, aunque las oportunidades están ahí, si no se favorecen y estimulan con políticas públicas adecuadas, pueden pasar de largo ante nuestros ojos, mientras se hacen leyes ad hoc para favorecer modelos fracasados.

Confiemos en que, al darse de bruces con la realidad en Buenos Aires, los gobernantes vean la necesidad de dejar de lado la fantasía de una vez y se pongan manos a la obra para aprovechar todas esas oportunidades. Hay varias toneladas de informes al respecto. Todos ellos indican que el empleo cualificado y con valor añadido va a existir, salvo que nuestro Gobierno lo deje pasar de largo. Perder esa "España 2020" sería realmente imperdonable.