El rey de la tarta destrona al TDT más prometedor

No hay nada peor en la vida mediática que creértelo de verdad. Sobre todo cuando no cuentas con una tarjeta de golpes manifiesta como podrían ser los casos de Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo u otros ilustres veteranos de la cosa, hoy ya en el semirretiro.

Resulta, por ejemplo, que tras sonoros y sucesivos fracasos en la TDT de Unedisa (la fenecida Veo7), llegaron los americanos de Discovery Max, alquilan el “router” (seis millones de euros anuales, el único negocio del grupo gracias a una concesión administrativa) y empiezan a colocar variopintos programas que rápidamente alcanzan una cuota de pantalla estimable dejando La mirada al mundo de Carlos Cuesta (lo siento primo, los datos son los datos) en evidencia.

De hecho, el programa informativo/opinativo que Unedisa se reservó para promocionar su diario es el séptimo en el ranking, por detrás de espacios tan obscenamente llamativos como Testigos del desastre, Así se hace, Pesca radical, El rey de la tarta, Duelos mecánicos o Cazatormentas. Superan todos ellos de cinco a seis décimas al bueno de Cuesta, por el que siento especial cariño.

Resumiendo, que los de Discovery lo tienen claro: ni Cuestas ni miradas. El arte de la tarta es lo que mola y business is business. Carlos, tranquilo. Siempre podrás tener un hueco televisivo con Nicola Pedrazzoli, que éste sí que sabe del negocio.

Hablando de TDTs (¡qué error, qué inmenso error!), podría haber novedades en breve en esa pugna fratricida y soterrada que se traen los de Intereconomía -¡no me creo que Ariza salte por los aires!- con los de 13TV. En la marginalidad, primos, hace muchos frio y fuera de la Iglesia no hay salvación, hermanos.