Monago perderá el poder, pero no logra desprenderse de Buruaga (que cobra)

¡Pintan bastos para este curioso ‘lendakari’ que un día consiguió engañar a la izquierda de la izquierda. Por poco tiempo. Ha disfrutado a tope estos meses con la mamandurria extremeña pero le espera el coche de bomberos, quizá  de donde nunca debió salir.

Si pierde el poder, a este Monago que tanta gracia hace a Rajoy (¡hace falta bemoles!) le abandonará hasta el desodorante y de nada le habrá servido haber hecho que el Partido Popular (que todavía no había llegado al poder de la Nación) abandonara sus principios básicos en pos de un poder territorial (aunque fuera extremeño con toda su significación política) tan escuálido como efímero. Lo dicho: Izquierda Unida y sus díscolos dirigentes de aquel irredento territorio abandonarán a Monago (¡qué gran cantidad de oropel despliega este muchacho, escoltas incluidos!) pero del que no podrá desasirse es de Sáenz de Buruaga, que lo trincó cuando era candidato (¡por precio, naturalmente!, a ver qué es esto) y luego se quedó vía Beatriz Maeso, una dama que ha batido todos los récords de incompetencia.

¡Te lo tengo dicho, Carlitos (Floriano)! Qué no te enteras de nada y mira que eres buen chico listo y con futuro.

Monago puede ser al poder autonómico lo que aquel pobre muchacho, también extremeño, llamado Antoñito Hernández Mancha.

¡Vae victis, Monaguillo!