Aquel ‘miércoles negro’ que el presidente recordará por los papeles del CNI

“El día del rey San Fernando, 30 de mayo, no lo olvidará el presidente Rajoy mientras viva… Ese día pudo ocurrir cualquier cosa, cualquier cosa, Graciano,  cuando a las primeras de cambio la prima (de Mariano) alcanzó la cota histórica de los 540 puntos básicos…”

La fuente monclovita se excita recordando los pormenores de una jornada donde España pudo volar por los aires y su Gobierno quedar hecho fosfatina. Lo que esa garganta profunda rememora es que la cédula especial del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) empezó a producir ‘notas’ a velocidad de crucero que remitía en el acto a la cúpula del poder Ejecutivo, esto es, la vicepresidenta y el presidente.

Los “agentes durmientes” especializados en este tipo de cuestiones financieras fueron despertados con el alba y pusieron especialmente la oreja en Bruselas, capital comunitaria, sí, pero muy especialmente en la “city” londinense donde cuecen sus habas los mercaderes del jurdó en abundancia. Ahí se cocinó la ofensiva diplomática gubernamental que con carácter de urgencia se decretó en el puente de derrota monclovita.

Que no serviría para nada porque el viernes día 1 la burra volvía al trigo y la prima (de Rajoy) volvía a autotabularse en máximos históricos. ¡Again! Lo que tiene que decir el CNI sin demora es quién es el gafe. ¡Ya no tenemos edad para sobresaltos!

-Graciano, coño, insiste el pajarito monclovita, desengáñate, aquí puede pasar cualquier cosa…