Palo Alto
Por
El día que Feijóo abrazó efusivamente a Mario Conde
La instantánea fotográfica me ha llegado por tierra, mar y aire. En ella se ve al presidente gallego Alberto Nuñez Feijóo –¡otro al que Galicia empieza
La instantánea fotográfica me ha llegado por tierra, mar y aire. En ella se ve al presidente gallego Alberto Nuñez Feijóo –¡otro al que Galicia empieza a quedársele chica, luego vienen a Madrid y la ciscan!- abrazando efusivamente a Mario Conde, tieso como una vela y con ese rictus inmarcesible que le acompaña desde que ganó las oposiciones como abogado del Estado.
¿Ha pedido el ex presidiario acaso el alta en la militancia del PP? ¿Acaso va a formar parte del equipo de gobierno autónomo del orensano Feijóo, otrora simpatizante/militante socialista?
-No, ¡qué va!, responden en los aledaños galaicos.
Conde tiene alquilada una finca en Ourense a la familia política de Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Ourense y factótum político popular de la zona, con el que mantiene una buena relación personal y de amistad. Y vino a resultar que el jefazo de Ourense pronunciaba una conferencia sobre la ‘tierriña’ que ni uno ni otro se querían perder, aunque por distintas razones.
Conde, con esa deriva política que no se puede meter debajo del celemín, persigue una foto con Mariano, que huye como gato escaldado, para el que tiene tabulados una serie de consejos acerca de qué hacer con la desvencijada España.
Pues bien, mientras eso llega -¡no caerá esa breva!- la foto de marras es interpretada en clave ‘política’ del noroeste, predio en el que son muy dados a ver meigas incluso en las escasas ocasiones en las que luce el sol.
Tengo para mí, sin embargo, que en esta ocasión todo podría o puede ocurrir.
La instantánea fotográfica me ha llegado por tierra, mar y aire. En ella se ve al presidente gallego Alberto Nuñez Feijóo –¡otro al que Galicia empieza a quedársele chica, luego vienen a Madrid y la ciscan!- abrazando efusivamente a Mario Conde, tieso como una vela y con ese rictus inmarcesible que le acompaña desde que ganó las oposiciones como abogado del Estado.