Los polis de la Gürtel, ¡cazados!

Ayer, 22 de junio, el magistrado-juez, Ignacio Bigeriego González-Camino, juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, citó a los policías número 81067 y 92503 de la Policía Judicial en calidad de imputados dentro de la causa judicial abierta por la filtración de documentos secretos pertenecientes al “sumario Gürtel” y que vieron la luz en los diarios El Mundo y El País.

Uno de ellos es el famoso (dentro de un orden) Manuel Morocho, que ya participó junto con su compañero Olivera, entonces a las órdenes directas del polémico y destituido Juan Antonio González (JAG), hombres de confianza de Pérez Rubalcaba, en las escuchas telefónicas a los abogados de Gürtel y por el que fue condenado el juez Baltasar Garzón.

Pues bien, los números policiales citados han sido imputados en una causa separada. En concreto, al policía Morocho y a un compañero, puesto que los informes filtrados a los medios estaban firmados por ellos con su número profesional 81067 y 92503.

Las prácticas policiales que viene realizando Morocho y otros agentes de la UDEF desde el inicio del caso Gürtel han sido cuestionadas por numerosos letrados que entienden del caso. Se les acusa, por ejemplo, de elaborar informes con datos erróneos o muy cuestionables dentro de una causa judicial que, sin embargo, siempre han contado con el amparo de las controvertidas fiscales Miriam Segura y Concepción Sabadell. Por ejemplo, el letrado defensor de Francisco Correa, José Antonio Choclán, exjuez de la Audiencia Nacional, aprovechó la condena a Garzón para pedir que estas dos fiscales fueran apartadas dela causa por su “contaminación” al haber avalado las escuchas ilegales.