Y Blesa reapareció en carne mortal en las faldas de Guindos

Anda medio Madrid preguntándose dónde está Miguel Blesa, el amigo de José María Aznar que estuvo 16 años al frente de la otrora boyante Cajamadrid y bajo cuyo mandato la entidad madrileña empezó a capotar.

Algunos observadores, excesivamente optimistas, le creían carne de juzgado, porque durante su mandato se perpetraron operaciones financieras harto discutibles a cargo del impositor, amén del reparto de prebendas a gogó, supersueldos entre sus colaboradores/amigos y, en fin, una gestión que debería ser investigada, máxime en unos tiempos en los que hasta el consejero delegado de Barclays va en tiempo récord a dar explicaciones ante la Cámara de los Comunes y la crispación y sospecha social respecto a los ‘banqueros’ de las cajas de ahorro están en su máxima expresión.

Pues bien, el señor Blesa, cuyo único mérito reconocido para gestionar tamaña entidad fue que compartió piso con Aznar en sus lejanos y oscuros tiempos de inspector fiscal y luego Esperanza Aguirre tuvo que sacarle a patadas de la poltrona, se dedica a asesorar profesionalmente a determinados fondos de inversión inmobiliaria -¡manda carallo!- y, tras mucho tiempo en la desenfilada, apareció el pasado martes, día 3 de julio, en una conferencia/desayuno que organiza Europa Press y oficia magistralmente su director, Javier García Vela.

Sentado en la misma mesa que el también exbanquero, Ángel Corcóstegui -con el que tiene en común indemnizaciones obscenas y escandalosas- y con su antiguo edecán, Juan Astorqui, que encontró su particular el dorado a la sombra del jienense de pálida cara.

Escuchaba muy atentamente al ministro Luis de Guindos. Pero a nadie se le ocurrió preguntar a don Blesa su opinión sobre lo ocurrido en Bankia y mucho menos por la herencia que dejó a Rodrigo Rato. Mucho menos por su indemnización y por la cantidad total que durante sus largos años de mandato se llevó (legalmente, of course, aunque la ética va por otro lado) de la entidad financiera madrileña.

Miré con atención los nombres de los imputados por el juez Andreu. Ni rastro de Miguel Blesa. ¿Acaso se ha beneficiado más el bueno de Ángel Acebes de Cajamadrid que este señor? ¡Un poquito de por favor, Andreu!

Este podría ser el mejor país del mundo. Pero cuántos de estos personajes se han forrado para que millones de depauperados españolitos vivan en la miseria.