Al chico de Aena lo puso Rajoy

Cuando el 19 de enero del presente año Ana Pastor -¡gran fichaje en Renfe, ministra, los de Soria nunca dejarán que camines sola!- nombró a José Manuel Vargas Gómez nuevo director general/presidente de la entidad pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), los que le conocen se llevaron las manos a la cabeza. Principalmente porque su tarjeta de golpes en Vocento, rodeado entonces de pequeños conspiradores, acabó malamente.

Sus amigos dicen de él que es el típico “argentino” -comprarle en lo que vale y venderlo en lo que dice que vale- que venía de un duro periplo por el grupo de comunicación, donde pasó más de una década para dejar la vetusta casa de ABC como un erial. Trabajo para Jotsa, en el grupo Philpp Hotzman y en la Auditoría de Price Waterhouse.

La propuesta de ‘despedir’ a 1.500 currelas en AENA casi con la totalidad de su sueldo choca frontalmente con la propia “legalidad” del Gobierno del PP y contra el espíritu de este Gabinete, al que todo dios hace mangas y capirotes.

Cuando se conocieron sus intenciones a través de la prensa, el ministro Montoro montó en cólera y algo parecido sucedió en el departamento de Fátima Báñez, porque era decir una cosa y hacer justamente la contraria. Esa propuesta fue comentada en los círculos más exclusivos -desde el punto de vista político- del PP y del Gobierno.

Alguien preguntó, “¿pero quién ha pescado a este sujeto?”

-“Fue el Presidente”, contestó una fémina entrecortada.

-“¿Por qué…?”

-“Le hizo favores cuando mandaba en ABC y en la prensa regional de Vocento”.