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CNI: Artur Mas, marioneta de Oriol Pujol
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Graciano Palomo

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CNI: Artur Mas, marioneta de Oriol Pujol

No se habla de otra cosa. Y va en aumento. Tiene su lógica porque, en pleno siglo XXI, la nación más vieja del mundo está a

Foto: CNI: Artur Mas, marioneta de Oriol Pujol
CNI: Artur Mas, marioneta de Oriol Pujol

No se habla de otra cosa. Y va en aumento. Tiene su lógica porque, en pleno siglo XXI, la nación más vieja del mundo está a punto de irse al carajo. Naturalmente, el Estado, vía Gobierno, se ha puesto manos a la obra. 

“El pulso no va a quedar impune, porque si quieren guerra la tendrán, pero como la hace el Estado, de una forma civilizada… Lo primero en estos casos es, antes que nada, información, información e información. De modo y manera que le ha llegado el turno al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que para eso está y su objetivo fundamental es defender al Estado”. 

Pues bien, en una primera entrega a la vicepresidenta, que es su máxima fáctica del poder constituido, ya hay un primer y muy importante ‘input’. A saber: el que manda en CIU no es Mas, es Oriol Pujol, secretario general de Convergencia y, lo que es más decisivo, hereu del pequeño napoleón de la barretina y de Banca Catalana. 
Este Pujol es quien mueve los hilos del cuitado president (en funciones). Oriol es también quien lleva las relaciones con todo elemento rompedor que se mueve por la vieja Europa, desde el lenhedakari 'in péctore' Urkullu al escocés Salmon.

-“¿Y qué persigue este menudo Pujol?”, pregunta un superjefe al experto en Inteligencia.
-“Creemos que demostrar a su padre que tiene más collons que él y que el cargo no le tocó en una tómbola…”

Mientras tanto, el único con sentido de Estado en ese carajal nacionalista, Andreu Mas-Collel, estaba poniendo el cazo en el despacho de Montoro, que, dadivoso, ya ha soltado casi 500 millones de euros más de los que inicialmente habían pedido.

No se habla de otra cosa. Y va en aumento. Tiene su lógica porque, en pleno siglo XXI, la nación más vieja del mundo está a punto de irse al carajo. Naturalmente, el Estado, vía Gobierno, se ha puesto manos a la obra. 

Artur Mas Oriol Pujol