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¡Apuestas sobre quién es el ‘negro’ de Aznar!
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Graciano Palomo

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¡Apuestas sobre quién es el ‘negro’ de Aznar!

Desde que en el año de gracia de 2000 José María Aznar aplicó el método de levitación de Santa Teresa, en estos doce años posteriores no

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¡Apuestas sobre quién es el ‘negro’ de Aznar!

Desde que en el año de gracia de 2000 José María Aznar aplicó el método de levitación de Santa Teresa, en estos doce años posteriores no ha parado de darse ósculos a sí mismo, incluso cuando no llegaba.

Llevaba tiempo sumergido en sus papeles de FAES, sus innumerables asesorías y dictando o grabando en magnetofón sus memorias, que han visto estos días la luz pública al amparo de la imprenta de su amigo José Manuel Lara, que fue el escogido en su día cuando hubo que vender el megaconglomerado mediático que organizó Juan Villalonga con el dinero de los accionistas de Telefónica, para mayor honra y gloria del que fuera su compañero de pupitre en el inmortal colegio El Pilar y con el que acabó tarifando por mor de la morterada de millones que se llevó de la hoy primera transnacional hispana.

No hay nada especialmente relevante en ese primer tomo de Memorias (I), salvo la afirmación, que nadie se cree, de que ofreció por dos veces a Rodrigo Rato su herencia al frente del centroderecha español. Algo de emulación en las memorias de Winston Churchill y también la afirmación de que escogió a Guillermo Gortázar como ejecutivo de Estudios y Programas (1990) pese a su pasado trostkista, algo tan falso como un euro de madera.

Pero el expresidente ha conseguido lo que pretendía: ser de nuevo piedra de escándalo y de protagonismo. No faltan exministros que se preguntan unos a otros:

-Oye, ¿tú crees que Aznar se ha leído su libro?

Parece obvio que, al igual que en ocasiones anteriores, el asesor de ENDESA y consejero de Murdoch ha utilizado a un particular negro para estos menesteres.

Todos apuntan al pensador José María Marco, hombre de conocimientos y cabeza tabulada. Yo, modestamente, tengo para mí que han sido varios. Trío y uno, como la Santísima Trinidad.

Mientras, en la Moncloa de Rajoy, su entusiasmo por la nueva bofetada del jefe es perfectamente descriptible.

-“¡Cosas de Aznar!”, mascullan.

Desde que en el año de gracia de 2000 José María Aznar aplicó el método de levitación de Santa Teresa, en estos doce años posteriores no ha parado de darse ósculos a sí mismo, incluso cuando no llegaba.

José María Aznar Botella