Es noticia
El ministro Fernández tenía a Rubalcaba en su mesilla de noche
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

El ministro Fernández tenía a Rubalcaba en su mesilla de noche

Me cuenta una gaviotita con empleo y nido en FAES que allí están hasta el mismísimo gorro del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, del que,

Foto: El ministro Fernández tenía a Rubalcaba en su mesilla de noche
El ministro Fernández tenía a Rubalcaba en su mesilla de noche

Me cuenta una gaviotita con empleo y nido en FAES que allí están hasta el mismísimo gorro del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, del que, me subraya, tiene más peligro que un escorpión travestido de rana.

Le tienen tabulado hasta las estampitas de Santa Teresita de Lisieux que reparte entre aquellos pecadores que han perdido la fe. Nunca fue del agrado de Aznar, aunque el expresidente dejó que Rajoy le diera alguna prebenda en pago a la fidelidad demostrada desde los tiempos de oposición en Génova 13.

Luego intentaron apartarle por todos los medios del viejo caserón de Castellana 5, porque Interior, para los talibanes del conducator, es el símbolo de todo lo que admiran en un gobernante, sobre todo en lo referido al terrorismo y la secesión.

Saben que para Fernández Díaz, Pérez Rubalcaba es algo así como un tótem político en laico, el hombre que sabe demasiado y al mismo tiempo lo demuestra. Porque no para de repartirle elogios por doquier al gran maestro en eso de dirigir a la Policía  por cómo enfrentó el tema de ETA y su desarme.

El ministro Fernández no sólo habla bien de Rubalcaba (“pongo la mano en el fuego de que nunca supo nada del caso Faisán”, ha dicho recientemente a un grupo de periodistas), sino que lo que más le interesa es que el socialista sepa que lo hace.

“Pues si Pujol fue en su día su dios político y ahora lo es Alfredo no sé qué demonios hace en el PP”, señalan por los predios acreditados anteriormente.

La respuesta es fácil: ser ministro y amigo fiel de Rajoy.

Me cuenta una gaviotita con empleo y nido en FAES que allí están hasta el mismísimo gorro del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, del que, me subraya, tiene más peligro que un escorpión travestido de rana.

Alfredo Pérez Rubalcaba