El cóctel nuclear que se acerca: corrupción & pobreza

Presto y dispuesto, el presidente Rajoy ha dejado claro que mientras el paro no baje del 20% (¡largo me lo fiáis, amigo Sancho!) los 450 euros a los parados de larga duración y con cargas familiares seguirán percibiendo el subsidio gratia et amore. Todo el mundo estamos de acuerdo en el asunto, además de por la solidaridad patria, porque tememos (temen los principales think tanks mundiales) un estallido social en plan reventón que se lleve todo por delante. Me lo reconocía así un alto dirigente gubernamental con categoría de ministra.

“Nuestra preocupación máxima es conseguir llegar a final de año con la relativa calma social que hemos vivido el 2012. Ahí podremos ofrecer alguna esperanza para empezar la recuperación. Pero nos tememos lo peor”. De ahí que el caso Bárcenas y sus 22 millones en Suiza, que está dando lugar a miles de chistes que corren por la Red, y el caso Amy Martin -tan grotesco como obsceno- no sólo preocupen por lo que conllevan intrínsecamente de perverso.

El cóctel pobreza & corrupción siempre ha sido históricamente el detonante para que el pueblo llano en situación extrema afile la guillotina. Nada tiene de extraño que el presidente Rajoy pregunte constantemente a Pedro Arriola hasta cuándo la cuerda puede aguantar. Hoy por hoy, esa cuerda empieza a presentar síntomas de fatiga, enorme fatiga.