¿Quién es el nuevo y Ruz-tilante juez estrella?

Es un tipo discreto, juez garantista, riguroso en los procedimientos, respetuoso y hermético en los interrogatorios, meticuloso en el dato. Ahora mismo tiene en sus manos los casos más mediáticamente relevantes del país -Gürtel y todas sus ramificaciones, chivatazo a ETA, SGAE, estafa Ruiz-Mateos, etcétera- y, bajo su pluma de autos, la hacienda, el honor y hasta la vida de personajes de todo tipo y calaña. No hay que olvidar que sustituyó a Baltasar Garzón al frente del juzgado número 5 de la Audiencia Nacional cuando fue inhabilitado por el asunto de la Guerra Civil.

Se llama Pablo Rafael Ruz Gutiérrez (Madrid, 1975), oriundo de Cantabria (Liébana) por parte de madre y exalumno de ICADE. Su imagen meditabunda, manos en los bolsillos cuando llega a su despacho, se ha hecho habitual en los telediarios. En realidad, tan sólo lleva diez años en la judicatura (ingresó en la carrera en 2003 en un modesto juzgado de Navalcarnero) pero fue elegido por unanimidad por el CGPJ para sustituir a Garzón frente a las pretensiones de otras dos juezas, Carmen Lamela y Carmen Rodríguez-Medel.

Hizo sus pinitos con Juan del Olmo en el 11-M (juez de apoyo ante la quiebra física del susodicho) y rápidamente le llegó su oportunidad. Forma parte de la plataforma “Otro Derecho Penal es Posible”, integrada, al menos teóricamente, por jueces de su generación de corte “progresista”. Y es aquí donde las opiniones divergen. Porque para unos se trata de un magistrado de ideas y planteamientos conservadores y, para otros, todo lo contrario. Unos terceros afirman que está en manos de las dos fiscales aguerridas que pululan por la Audiencia (de la escuela Conde Pumpido), que serían las que al final se llevan el gato al agua, y no precisamente al de Intereconomía.

En el asunto Faisán no se ha atrevido a tirar para arriba, y en el archifamoso Gürtel está por ver dónde pone el listón, al menos para llamar a capítulo como testigos. Lo único que hay claro es que nadie quiere hoy de motu proprio ir a visitar a Ruz en su mansión de la calle Génova… ¡ojo, no confundir con el cuartel general del PP! Dicen que te mira a los ojos, calla, en ocasiones pregunta y deja que el fiscal haga su curro.