Es noticia
A Moragas le meten en el menú de La Camarga
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

A Moragas le meten en el menú de La Camarga

¡Sorpresas te da la vida! Y hay cosas que uno no termina de creerse. Dentro de ese enorme lodazal adornado con detritus en que ha devenido

Foto: A Moragas le meten en el menú de La Camarga
A Moragas le meten en el menú de La Camarga

¡Sorpresas te da la vida! Y hay cosas que uno no termina de creerse. Dentro de ese enorme lodazal adornado con detritus en que ha devenido la política del oasis catalán, vuelve a resonar el nombre de Jorge Moragas, todopoderoso edecán de la Presidencia del Gobierno y persona que se moja un dedo y sabe en qué dirección sopla el viento.

Pero estos no son buenos tiempos para la lírica. Resulta que la mujer que responde por el nombre de María Victoria Álvarez, la examante de Jordi Pujol Ferrusola que se lió con el susodicho “porque era bueno en la cama” y que, al fin y a la postre, ha metido en un lío a la que hasta ahora era la emergente líder del PP en Cataluña, también conoce a Moragas, exdiputado por Barcelona, y al entorno del jefe del Gabinete en Moncloa.

Tal es así que ahora quieren meter el nombre de Moragas, aunque sea con calzador, en el culebrón de la Camarga. Y digo que quizá con aviesa intención en lo que se refiere al íntimo colaborador del presidente, entre otras cosas, porque Jorge tiene fundamentos técnicos y ambición suficiente para poder aspirar a todo. Repito, oiga, a todo.

Lo que realmente es sorprendente y nos deja perplejos es que el PP, en principio principal acreedor de las prácticas de espionaje que hacen sonrojar hasta al pastor de churras y merinas de mi pueblo, devenga al final en sospechas de que habilitó La Camarga para saber lo que el teniente general Sanz Roldán conoce incluso desde los tiempos en que su jefe era José Bono. Te lo tengo explicado, Jorge, una mujer encorajinada, aunque sea portera, es capaz de enterrar hasta a un presidente.

¡Sorpresas te da la vida! Y hay cosas que uno no termina de creerse. Dentro de ese enorme lodazal adornado con detritus en que ha devenido la política del oasis catalán, vuelve a resonar el nombre de Jorge Moragas, todopoderoso edecán de la Presidencia del Gobierno y persona que se moja un dedo y sabe en qué dirección sopla el viento.

Jorge Moragas